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Viernes 25 de Abril, Neuquén, Argentina
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La enorme burbuja de la “Estafa con Planes Sociales” en Neuquén

Está en el Poder Judicial provincial darle al juicio la relevancia institucional y urgencia cívica que merece, por el bien y la salud de los derechos del pueblo de Neuquén.

Por Redacción

Viernes, 11 de abril de 2025 a las 21:00

Seguramente pocas personas en la provincia de Neuquén ignoren hoy a qué nos referimos cuando hablamos de “Estafa con Planes Sociales". Tanto se ha hablado, tanto se ha opinado, tanto se ha comentado y publicado, que ya parece formar parte de lo cotidiano.

Estamos transitando ahora el tercer año desde que se conocieron los primeros datos de lo que sería -en apariencia- una maniobra delictiva de enormes dimensiones, apropiándose de fondos de subsidios que se decía iban para los más necesitados. Y la maniobra, recordemos, surgió de modo casual, por una persona que fue a preguntar por qué motivo no estaban en su cuenta los fondos que deberían estar. 

¿Será que “Estafa con Planes Sociales” se ha instalado en lo cotidiano por la intensidad en la difusión o por el tiempo que llevamos girando en torno al tema? ¿Será que había expectativa de que se conociera con profundidad todo lo vinculado a la maniobra, pero el Poder Judicial no ha dado señales claras de haber ido a fondo?

Hacia fines de 2022 se conoció la denuncia de la maniobra. La investigación se ha limitado, al menos en este “Planes Sociales I” al período septiembre 2020 a julio 2022, menos de 20 meses. Los fondos involucrados, dice el Ministerio Publico Fiscal, serían alrededor de unos $150 millones de esa época, unos $1000 millones hoy. 

 

Estamos transitando ahora el tercer año desde que se conocieron los primeros datos de lo que sería -en apariencia- una maniobra delictiva de enormes dimensiones, apropiándose de fondos de subsidios que se decía iban para los más necesitados

 

El recorrido del dinero desde el presupuesto hasta la caja de ahorros es una parte de la investigación. La siguiente es dónde fueron a parar los 123 millones de pesos que, según el Banco Provincia de Neuquén, le sustrajeron a los beneficiarios de planes sociales, cuando se descubrió la maniobra. 

Los fondos involucrados, dice el Ministerio Publico Fiscal, serían alrededor de unos $150 millones de esa época, unos $1000 millones hoy. 

Si nos creemos el cuento que esto empezó en 2020, quedarse con la plata destinada a asistencia alimentaria en esa época de crisis económica grave, es una indignidad indignante. Hace tiempo que no asistimos en la provincia del Neuquén a semejante escándalo.

Muchas voces se han levantado preguntando por qué se ha limitado la investigación a ese período de tiempo. No ha sido satisfactoria hasta ahora la respuesta de por qué no profundizar hacia atrás. También se ha cuestionado por qué no profundizar las investigaciones y acusaciones contra funcionarios políticos de mayor nivel de decisión, manteniendo la máxima imputación en niveles que cuesta creer que hayan sido los autores exclusivos de la maniobra.

Hablamos de planes sociales que en condiciones normales sería una ayuda transitoria para familias que la pasan mal en algún momento. Esa ayuda desde el Estado no está mal por sí misma. Hablamos de gente que se apropia de parte de esos fondos. Lo que es un asco. Hablamos de gente que dirigía a esos grupos que se apoderaban de los fondos mensualmente. Lo que es doble asco..

Pero también podemos pensar que detrás de esa gente que maneja grupos de otra gente, alguien pensó, diseñó y mandó a implementar esta estafa. Esto no es cosa de punteras o punteros. Esto no es cosa de referentes. Esto no es cosa de pintorescos dirigentes territoriales. Esto parece tener todos los elementos para determinar que estamos ante el diseño de rapiñaje de caja política. Aparece claro que ha estado presente la falsa viveza y la creatividad delictiva de gente muy importante. Y también se han escuchado voces importantes en la provincia reclamando que además de la estructura del Poder Ejecutivo se investigue en debida forma y se sostenga acusación contra integrantes de directorios o gerencias superiores del banco provincial.

La investigación se ha limitado, al menos en este “Planes Sociales I” al período septiembre 2020 a julio 2022.

La investigación fiscal hasta acá, sigue teniendo “gusto a poco”. Dicen que hay en trámite “Planes Sociales II”, “Planes Sociales III”, y vaya uno a saber si alguno más. Pero el tiempo, el fraccionamiento de las investigaciones, la evidencia de que una persona es testigo en una causa pero sería imputado en otra causa, no hace más que generar dudas y desconfianza pública general. 

Podemos pensar que detrás de esa gente que maneja grupos de otra gente, alguien pensó, diseñó y mandó a implementar esta estafa. Esto no es cosa de punteras o punteros. Esto no es cosa de referentes. Esto no es cosa de pintorescos dirigentes territoriales. Esto parece tener todos los elementos para determinar que estamos ante el diseño de rapiñaje de caja política.

 

La investigación fiscal no ha sido buena, y la información pública que han difundido no ha sido lo completa que hubiera sido deseable. La acusación judicial ha sido lenta y parcializada. Las defensas técnicas que se han visto, en algunos casos, han sido desprolijas y casi actuadas. Todo ha ayudado a profundizar la enorme desconfianza social en que de esta causa pueda salir alguna conclusión creíble, o al menos completa.

Es una nueva oportunidad que se pierde, por decisión y actuación exclusiva de funcionarios del Poder Judicial, querellantes y defensores. Y para completar un escenario muy crítico, esta semana se conoció que la audiencia de juicio de esta causa “Planes Sociales I” se podrá extender por algo así como 45 días, entre el 21 de julio y el 5 de septiembre. Dentro de algo más de tres meses, después de la feria judicial, por supuesto.

¿El Poder Judicial no dimensiona la necesidad de dar un mensaje claro a la sociedad? ¿Esperar 100 días para desarrollar un juicio en 45 días? Convocar a más de 200 testigos y peritos para poder probar más de 9000 hechos de estafa. Todos los números son grandes, 15 imputados, 9300 estafas, 3 jueces  técnicos, 200 testigos, 45 días de audiencias. Los números son grandes, pero la causa les ha quedado enorme 

 

En lugar de trabajar para que todos los neuquinos tengan las mismas oportunidades de crecer y mejorar su calidad de vida. Lo hicieron para mejor la calidad de vida propia y de sus familiares más allegados y se olvidaron que los funcionarios deben servir y no servirse.

 

¿Qué nos muestra la realidad y la experiencia de seguir el desarrollo de estos juicios? Seguramente de esos 200 testigos y peritos convocados, más de la mitad no irá a las audiencias, Fiscalía Penal, Fiscalía de Estado y Defensas se irán cansando e irán pidiendo a los jueces que tengan por desistidos a esos testigos, ofrecieron decenas pero después se van a cansar para escucharlos en audiencia y así se desplegará una farsa de juicio en la causa de corrupción pública más importante que se recuerde en la provincia.

La esperanza de todos los ciudadanos es conocer quienes han estado realmente vinculados a este maniobra delictiva. 

No ha venido bien esta causa, no está bien y no seguirá bien, por lo que se ve. Cuando el juicio se esté desarrollando la denuncia ya tendrá casi tres años. La respuesta judicial era necesaria mucho antes, mucho más sólida, completa y creíble. La sensación generalizada en la sociedad, en muchos dirigentes políticos críticos con esta causa,  es que se hace para que parezca, pero sin convicción ni intención de llegar a un juicio que revele la verdad profunda y auténtica.

 

Está en el Poder Judicial provincial diferenciarse de burbujas y de fantasías y darle al juicio de Planes Sociales la relevancia institucional y urgencia cívica que merece, por el bien y la salud de los derechos del pueblo de Neuquén.

 

Todo ha parecido una burbuja frágil que se ha lanzado al aire y se la mantiene con leves soplidos. La burbuja se va debilitando, ya no se sostiene, y pronto se va a romper, y con ella la esperanza de todos los ciudadanos de conocer quienes han estado realmente vinculados a este maniobra delictiva que ha tocado lo más cruel y reprochable que se nos pueda ocurrir, como es abusar de la necesidad y situaciones de las personas vulnerables. En lugar de trabajar para que todos los neuquinos tengan las mismas oportunidades de crecer y mejorar su calidad de vida. Lo hicieron para mejor la calidad de vida propia y de sus familiares más allegados y se olvidaron que los funcionarios deben servir y no servirse.

Está en el Poder Judicial provincial diferenciarse de burbujas y de fantasías y darle al juicio de Planes Sociales la relevancia institucional y urgencia cívica que merece, por el bien y la salud de los derechos del pueblo de Neuquén.

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