Del hostigamiento diario al escrache público
La situación que vive Isabel Navarrete, vecina de uno de los jóvenes condenados por el asesinato del periodista Juan Caliani, sumó en las últimas horas un nuevo y grave episodio. A las denuncias por amenazas, insultos y agresiones, se agregó un escrache en redes sociales donde la mujer fue señalada y descalificada, incluso la trataron de “borracha”, según advirtieron vecinos y mensajes que comenzaron a circular en grupos comunitarios.
El señalamiento público generó indignación inmediata, no solo por el contenido, sino porque se trata de la misma persona que viene denunciando hostigamiento constante por parte del entorno familiar de uno de los asesinos.
“Se subieron al techo de mi casa”
Navarrete relató que los hechos vienen ocurriendo desde hace tiempo y se intensificaron en los últimos días.
“Hace dos días, M., su padre y otra persona se subieron al techo de mi casa. Ellos dijeron que estaban arreglándolo, pero yo les pedí que se bajaran porque no estaba permitido. Salieron rápidamente después de que les tomé algunas fotos”, denunció.
Ese episodio fue solo el comienzo de una secuencia que, según la vecina, no se detuvo.
Piedras, insultos y golpes al portón
La noche siguiente, al regresar de su trabajo, Isabel se encontró con una escena que la dejó en estado de alerta. Personas vinculadas a la familia del joven condenado se encontraban cerca de su vivienda. Minutos después, una vecina la llamó para advertirle que estaban arrojando piedras contra su casa.
Los insultos y los golpes al portón se repitieron.
“Me decían que hasta que no me sacaran muerta de ahí, no iban a parar”, contó la mujer, notablemente angustiada por la situación.
Gestos obscenos y agresiones
El hostigamiento no se limitó a daños materiales. Isabel denunció conductas intimidatorias directas por parte de uno de los condenados.
“M. se agarraba de los genitales y me hacía gestos obscenos, mientras su madre me insultaba”, relató en una entrevista, días atrás en AM550.
La descripción del episodio generó repudio entre vecinos del barrio, que siguen con preocupación el conflicto.
Amenazas que cruzaron todos los límites
Isabel aseguró que las amenazas no quedaron solo en su persona.
“Me dijeron que podían matar a mi nieto o que podrían tener un accidente”, expresó.
La vecina fue clara sobre su mayor temor:
“Yo no tengo miedo por mí, pero sí por ellos”, precisó.
El escrache que encendió la bronca
En ese contexto, el escrache en redes sociales apareció como un nuevo golpe. Según denuncias que circulan entre vecinos, una mujer que sería familiar de uno de los asesinos, expuso a Isabel en grupos de redes sociales, desacreditándola y llamándola “borracha”.
Para muchos, el ataque virtual no hizo más que confirmar un clima de hostigamiento persistente hacia una mujer que decidió hablar y denunciar.
El episodio generó enojo visceral y repudio inmediato en redes y en el barrio, donde el crimen de Juan Caliani sigue siendo una herida abierta. La violencia parece trasladarse del plano físico al digital.