Se profundizó la crisis sanitaria en el Hospital Regional Artemides Zatti de Viedma, con la renuncia de la jefa del Departamento de Enfermería y del 97 % de los jefes de servicio, en rechazo al grave faltante de personal que “hace insostenible poder dar respuesta a la demanda de atención y cuidados de la población local y regional”, denunciaron desde ASSPUR.
La organización sindical recordó que desde hace tres años viene alertando sobre esta problemática estructural, sin haber recibido respuestas ni soluciones concretas por parte de las autoridades provinciales. ASSPUR advirtió que “se viene un ajuste brutal en salud”, señalando que la crisis no es coyuntural sino el resultado de años de desinversión y desidia.
Según el gremio, hoy el hospital funciona con una planta extremadamente reducida, lo que obliga a cubrir la demanda asistencial con personal enfermo que concurre a trabajar, vacaciones reglamentarias sin posibilidad de reemplazos, sobrecarga propia de la temporada de verano y exceso de horas extras que ya no puede sostenerse.
“La situación es crítica y alarmante. Hay compañeros trabajando con bastón, otros luego de haber atravesado tratamientos oncológicos, muchos con readecuación de tareas por patologías severas, y aun así se les exige sostener un sistema que está siendo vaciado. Incluso la planta más saludable no resiste la sobrecarga permanente de trabajo”, remarcaron.
ASSPUR responsabilizó directamente al ministro de Salud Demetrio Thalasselis y al gobernador Alberto Weretilneck por “la irresponsabilidad en la gestión”. Subrayaron que la crisis no es inesperada ni coyuntural, sino el resultado de años de desinversión, desidia y negación.
“Lo advertimos. Lo denunciamos. Hoy el sistema está al límite y varios hospitales de la provincia atraviesan la misma o similar situación”, concluyeron.