Una negligencia criminal desató un infierno en pleno corazón del Valle, el incendio en Monte Bagual ya arrasó con más de 1.750 hectáreas y sigue fuera de control. Ocurrió en la zona de Guardia Mitre, a la altura del kilómetro 25 de la Ruta Nacional 250, en días críticos por sequía extrema, altas temperaturas y alerta meteorológica. El fuego no fue un accidente natural, tuvo origen humano y se habría iniciado por una quema de pastizales sin autorización, justo cuando está terminantemente prohibido prender fuego en Río Negro.
El dato es contundente y agrava la situación. Según el informe técnico del SPLIF de General Conesa, el incendio fue determinado como negligente y presenta tres frentes activos, lo que complica seriamente las tareas de contención. Las llamas avanzan sin dar tregua, con comportamiento extremo, empujadas por el viento y las condiciones climáticas adversas.
El daño ya es enorme y todavía imposible de dimensionar por completo. El fuego consumió montes naturales, pasturas implantadas, sembradíos, alambrados, corrales, galpones, herramientas rurales, tendidos eléctricos de alta potencia y vastas extensiones de bosque autóctono. La fauna nativa también fue duramente golpeada. Todo quedó reducido a cenizas en pocas horas.
La situación encendió la bronca y la desesperación de los productores de la zona, que ya presentaron una denuncia penal para que se investigue quién inició el fuego y se determinen responsabilidades. De acuerdo a esa presentación, el foco se habría originado en un establecimiento rural ubicado a la vera del río Negro, dentro de la jurisdicción de Guardia Mitre. El uso indebido del fuego, sumado al viento, hizo que las llamas y cenizas cruzaran el río y se propagaran rápidamente hacia las islas linderas y sectores como Cubanea.
El riesgo no fue solo ambiental o productivo. El incendio puso en peligro directo a familias de Guardia Mitre y zonas rurales cercanas, muchas de las cuales estaban reunidas en la previa de las celebraciones navideñas. El humo, el avance del fuego y la cercanía de los frentes generaron momentos de extrema tensión.
El operativo para combatir el incendio es de gran magnitud. Trabajan brigadistas del SPLIF Conesa y SPLIF Beltrán, Bomberos Voluntarios de Guardia Mitre, Viedma y Las Grutas, con apoyo de Vialidad. Además, se suman refuerzos del SPLIF El Bolsón y SPLIF Bariloche para fortalecer el despliegue en el terreno. Las tareas se concentran en el control y la mitigación, priorizando la seguridad del personal y la protección de áreas sensibles, bajo monitoreo constante del clima.
Desde los organismos oficiales remarcan que las condiciones siguen siendo extremadamente desfavorables. Para la jornada rige un índice de peligrosidad extremo, con temperaturas muy elevadas y fuertes ráfagas de viento, un combo explosivo que alimenta el fuego y dificulta cualquier estrategia de control. En este contexto, se recordó que en todo Río Negro rige la Emergencia Ígnea. Está absolutamente prohibido encender fuego al aire libre, sin excepciones.