Innovación

Seis adolescentes crearon un dispositivo para pedir ayuda en la montaña

Imaginate si te perdés en la montaña, ¿cuál sería la forma más rápida y eficaz de pedir auxilio?.
miércoles, 2 de noviembre de 2022 · 12:40

Por Ceci Russo
Desde Bariloche


Con un tótem, un pequeño panel solar, algunos cables y botones, y mucha astucia, seis adolescentes supieron crear un dispositivo portátil que se utiliza para cubrir necesidades básicas de supervivencia ante situaciones de emergencia.

Kathleen Kennedy, Santina Russo, Ludmila Jara, Paula Jara, Andrea Quintana y Pirscila Dìaz son alumnas de segundo ciclo del secundario Colegio Tecnológico del Sur, en Bariloche. Ellas, junto a su profesor de Electrónica, Luciano Minichiello, participaron de un concurso nacional y entre miles de proyectos, el suyo quedó en segundo lugar.

“Es un proyecto que esta aplicado para todas las mujeres de las escuelas técnicas. Comenzó en junio y la idea era llevar a cabo una idea innovadora que tenga un cierto compromiso a nivel social  y que sea lo más contemplativo posible en la inclusión”, explica el docente.

TIC TAC, hora de innovar

Fundación YPF junto al Ministerio de Educación de la Nación, INET, ARSAT y Microsoft, lanzó este concurso denominado “Tic Tac, hora de innovar”, destinado a estudiantes mujeres de escuelas técnicas (de 12 a 18 años).

“Buscamos acercar a más chicas a la tecnología, para que se conviertan en protagonistas, en creadoras, en diseñadoras de tecnologías. Queremos que sean cada vez más mujeres las que identifiquen y definan problemas vinculados al medio en el que vivimos, y sean también ellas quienes propongan soluciones tecnológicas para resolverlos”, manifestaron al inicio del certamen, los organizadores.

El proyecto a presentar debía contener sobre alguna problemática relacionada con la energía, la movilidad, los residuos, la tecnología o la conectividad. 

Esta edición contó con más de mil participantes inscriptas inicialmente (representando a 180 equipos) y el concurso incluyó diferentes etapas: “Una en la que teníamos que hacer la idealización. Después, si la pasabas, tenías que hacer un prototipo virtual dentro un software que nos brindaba el organizador, un juego básicamente. Y la etapa tres era la maquetizacion del proyecto”, describe Minichiello.

Y agrega: “Nosotros comenzamos con la idea que fue hacer un dispositivo de control para gente que se fue a la montaña: hacías el registro de trekking, te llevás el dispositivo que lo tenés encima  y de alguna manera estás rastreado, podés mandar un mensaje si te pasa algo. Esa fue la idea original. Esa idea mutó a un tótem de carga porque coincidió que justo en el colegio  estaban trabajando con eso, pero algo mas similar a lo que hay en la ruta entre Bariloche y El Bolsón que hay postes especiales para poder conectarse a Wi Fi”.

Spoiler alert, el primer premio de estudiantes del primer ciclo fue para el equipo de la ESETP 725 de Sarmiento, Chubut; el segundo para el grupo de la escuela Técnica No 4 de El Palomar, provincia de Buenos Aires, y el tercero para la escuela José María Sobral, de Ushuaia, Tierra del Fuego.

Por el segundo ciclo, encabezaron el podio las chicas de la escuela Técnica N° 1 de Salto, provincia de Buenos Aires; le siguió el equipo del Colegio Tecnológico del Sur, de Bariloche, Río Negro y el tercero puesto fue la escuela técnica ING A. M. Correa de Delfín Gallo, Tucumán.

 

 

A jugar

Como había adelantado el profesor, la idea inicial fue mutando y al pasar a la segunda etapa del concurso, llegaba la hora de crear una simulación digital para poner a prueba la iniciativa. “Mediante Minecraft, el concepto era que los orifes le enseñen a las alumnas jugando pero era gracioso porque yo no soy muy de jugar con la compu. Por suerte las chicas la tenían re clara”, bromea Minichiello.

Y es Andrea Quintana, de tercer año, quien describe que “trabajamos en una plataforma digital sobre la que tuvimos que desarrollar el proyecto. Ahí creamos una montaña y pusimos distintos tótems  a lo largo del camino, más o menos a 25 bloques de distancia entre cada uno”.

“Lo que hicimos fue crear una ciudad al pie de la montaña y empezar a programar cada tótem con bloques de comando que cuando te acerques, salte una señal de que estás yendo por buen camino hasta llegar a la base”, precisa.

“Era una simulación y tuvimos que hacer un video en el cual hacíamos que nos perdíamos, mientras íbamos subiendo la montaña y tocábamos un botón para ver si íbamos por buen camino o necesitábamos ayuda de la base”, relata.

Junto con capacitaciones, mucho esfuerzo y horas de desarrollo, las chicas pasaron en septiembre a la instancia final y era hora de experimentar con lo que habían creado.

Hagamos un tótem de ayuda

“Nos quedaba ahora hacer la maqueta”, recuerda el docente. “Desde la organización nos dieron dinero para comprar algunos materiales y después fue trabajar con cosas recicladas. Este tótem era de un proyecto del colegio que pudimos usar, utilizamos placas de las compañeras, y cosas que ya había de otros profesores y mías, y quedó andando”, amplía.

Kathleen Kennedy, alumna del quinto año, nos da detalles de su funcionamiento: “esto está sustentado por un panel solar, cosa que no tenga ninguna conexión aparte. Nosotros usamos un módulo Wi Fi para simular el pedido de ayuda y que aparezca en la base, porque ahora no podíamos hacerlo con señal satelital”. 

Y prosigue: “Si uno se pierde o se lastima toca el botón que manda la señal a la computadora donde salta que alguien necesita ayuda en tal tótem. Como están fijos, si alguien tiene un problema, por ejemplo, en el tótem 3, no hay necesidad de estar buscándolo. En la pantalla del dispositivo aparece cuando la ayuda está en camino y se prende un led. También tiene un cargador de celular y un sensor de luz que es para cuando se hace de noche, se enciende para encontrar más fácilmente”.

“Habría que cambiar un par de cosas, como la señal Wi Fi por satelital, pero está para funcionar”, asegura la joven.

“La idea es que esto ayudaría en un montón de aspectos a nivel local porque hay muchos senderos de montaña pero se puede transpolar a muchas provincias porque en todos lados hay parques nacionales y senderos, y mucha gente se pierde”, añade Minichiello.

“En estos operativos se usa mucho recurso económico y humano para ir a buscar a las personas, muchas veces no hay referencias de dónde está la gente que se pierde y esto ayudaría en ese sentido”, asevera.

 

 

 

Orgullo patagónico

“Hay una vinculación bastante importante a través de varias empresas que nos dieron la posibilidad de anotarnos”, dice el profesor sobre la motivación de participar en “TIC TAC, hora de innovar”. “Y la propuesta estaba muy buena desde la inclusión porque es cierto que la cantidad de chicas, en las escuelas técnicas, respecto a varones es muy baja”, sumó.

El dispositivo y su proyecto quedarán por escrito de manera institucional para las próximas alumnas, de otras generaciones. Y el año que viene vendrá la oportunidad de llevar a cabo el prototipo y ponerlo en marcha. Con mucha satisfacción, Minichiello afirma “son unas genias y se pusieron a trabajar con todo. Estoy muy contento”.

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