CINE Y SERIES
Separación (Severance): divide la mente y triunfarás
En el mundo de las series hay de todo. Buenas, malas y de las raras. Severance es de estas últimas y, en su rareza, muestra lo distópico que puede ser un mundo aparentemente feliz.Apple TV+ es lo más reciente que ha llegado al campo de batalla del streaming. Es una plataforma que aún no tiene la relevancia de Netflix o de otras similares, por eso intenta plantarse en escena apostando por ofrecer material que la diferencie de los demás, como ha hecho siempre con sus productos, calidad y diseño. Y con Severance, lo hace.
Por ahora, a la empresa no le importa dar cifras de suscriptores o de contar con las películas más vistas del mundo, como la malograda Granizo. Y tal vez continúe así, generando contenido solo para unos privilegiados. Si Netflix se destaca por tener novedades, películas para el pochocleo o series que se cancelan abruptamente, Apple apuesta por otra cosa, y se nota.
Severance es calidad, ante todo. Este thriller psicológico, está brillantemente dirigida por Ben Stiller, un actor que se ha destacado por sus personajes de comedia. Y, si bien la serie tiene algunos toques de humor sutil, lo que prima es la seriedad, el tedio y la desesperanza de sus personajes que llevan al espectador a pensar en una pesadilla kafkiana.
El guion podría parecer simple, minimalista como los diseños de Apple, pero deja un mensaje perturbador. Una mega empresa de la cual no se sabe demasiado, ni a quién pertenece ni cuántos trabajadores posee, implementa un controversial método que se aplica sobre el cerebro de sus empleados. Estos firman un contrato antes de ingresar y, con su acuerdo expreso, quirúrgicamente se les divide la memoria en dos. Eso es lo que en apariencia se muestra, aunque todo el tiempo lleva a reflexionar sobre la duda: ¿una persona dejaría que, por un sueldo, le borraran la memoria?
Por momentos, prima la tentación de pensar que son robots, clones como los de Westworld, serie cuya primera temporada fue magnífica. Pero la intriga es lo que atrapa más aún.
La distopía de un mundo feliz
La separación de la memoria en dos es una idea original, que incita a la imaginación. Un proceso que elimina los recuerdos de la vida personal cuando se entra a trabajar y cuando se sale; no se retiene nada de lo hecho en el trabajo. Así lo propone Severance.
Hoy en día la palabra distopía está muy en boga y es representada en películas, series y libros de todo tipo. Según el diccionario, distopía es la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.
Se podría decir que Severance representa exactamente una distopía, con algunas reminiscencias de la obra literaria emblemática, si hablamos de distopías: Un mundo feliz, escrita por Aldoux Huxley en 1932.
'Un mundo feliz' es una distopía que sigue teniendo una vigencia preocupante. Su relato detalla cómo funciona una sociedad en la que los humanos son fabricados. Hay manipulación genética y, ya desde la infancia, lavados de cerebro sistemáticos. Todo con el fin de asegurar la felicidad. Además, se busca evitar que se hagan preguntas y se ponga en duda el sistema. Y si alguien se atreve a hacerlo, hay una droga, el Soma, cuyo fin es garantizar que todo el mundo sea feliz al instante.
Lo cierto es que siempre hay rebeldes, los que se hacen preguntas y no aceptan una realidad impuesta. Y de eso trata Severance.
Se viene la segunda
Desde el estreno de Severance, la producción se ha ganado los aplausos de la crítica y los espectadores por presentar un concepto novedoso, una idea original, un conflicto que atraviesa a cualquier mortal del siglo XXI.
La primera temporada obtuvo 14 nominaciones a los premios Emmy, incluida mejor serie dramática y se llevó a casa los premios por mejor composición musical y mejor diseño de título principal.
Lo mejor de todo: se está filmando una segunda temporada y se estima que termine a inicios de mayo del próximo año.
En una época tan extraña como la actual, que una serie refleje una realidad futura posible y apele a la reflexión del público, se agradece sobremanera.