Intervención espacial
Espora, la obra que hará mirar para arriba
En septiembre se conocerá una espora especial instalada en los jardines del INVAP, en Bariloche. Aquí les contamos de qué va esta historia.“Soy un acérrimo defensor de los oficios: carpintería, herrería, mecánica, pintura... En mis producciones intento hacer el mejor uso posible de lo que puede aportar cada uno de los distintos materiales y las formas de trabajarlos”, desliza el artista y arquitecto mendocino Cristóbal Farmache como quien levanta una bandera que lo define, lo atraviesa y revela.
¿Por qué les contamos cómo se piensa este hacedor de “intervenciones espaciales”? Porque será el encargado de intervenir los espacios de la sede central de INVAP, en Bariloche (Rio Negro).
La propuesta de Cristóbal, denominada “Espora”, fue seleccionada como ganadora del Concurso de Escultura organizado en homenaje al grupo fundador de INVAP.
Mientras tratamos de imaginarnos una gran espora en los jardines del INVAP, nos llegan palabras del artista: “Me inspira lo que no entiendo, lo que me cuesta y necesita de más tiempo. Creo que ese es el nexo entre los diferentes temas que suelo tocar, pensar, elaborar o abordar. A veces es un instante, un objeto, una analogía o una crítica social. Me inspira el espacio que puede ocupar cada una de estas cosas. Me inspira el juego, creo que es fundamental en cualquier proceso creativo, "jugar", es el presente continuo de cada instante en la materialización de la obra, desde el concepto hasta el último retoque”.
¿Cómo es la espora del INVAP?
Cuentan que la obra representa el nacimiento de la empresa y su evolución que se ha caracterizado por una gran capacidad de adaptación, por una marcada flexibilidad para adoptar nuevas formas en función al cambiante contexto nacional e internacional, pero siempre respetando su esencia, el origen que motivó la fundación de la empresa: Ser una herramienta para el desarrollo de la Argentina, apostando a nuestra materia gris.
Desde el INVAP aseguran que en la propuesta de Cristóbal sobresale una estructura concebida en acero inoxidable y modelada en 3D, que se eleva sobre una gran fuente, una cáscara de un huevo de hormigón que le da sustento.
La estructura crece orgánicamente sobre sí misma, imitando la evolución de INVAP que se desarrolla en base a su experiencia, transformándose continuamente y proyectándose al futuro.
En la memoria descriptiva del proyecto el autor señala que la obra simboliza la evolución a través de la acumulación del conocimiento del pasado. Un objeto en busca de una cumbre y en constante transformación. Una reproducción fractal de su propia miniatura. Una metáfora del devenir del conocimiento como fundamento de la evolución humana.
La iluminación de la fuente emula el efecto cherenkov producido en los reactores nucleares, haciendo referencia directa al origen de la empresa marcada por la actividad nuclear.
En la matriz del diseño de la obra se destaca el hexágono, cuya estructura proporciona gran estabilidad y es una de las formas más eficientes de la naturaleza, empleada también en desarrollos aeroespaciales por su gran resistencia.
“Constantemente he pensado que las líneas construyen las cosas como un juego mental y ahora ese juego se transformó en mi profesión”, contaba Francisco días atrás.
Ahora solo nos resta esperar a septiembre, mes en el que conoceremos a la gran espora con la que Cristóbal jugó en Bariloche.