Luciana Paniagua estudiaba Psicología en la Universidad Nacional de La Plata, y decidió quitarse la vida. Su muerte impactó muy fuerte en la comunidad universitaria de la tradicional casa de altos estudios en la capital de la provincia de Buenos Aires; y, al mismo tiempo, actualizó un debate sobre un mal en crecimiento, el suicidio en hombres y mujeres muy jóvenes.
"En momentos como este, (...) es necesario reflexionar sobre la forma en que nos tratamos entre nosotros. El buen trato, la empatía y el respeto cotidiano pueden marcar una diferencia enorme en la vida de otra persona", se apuntó en un comunicado de la agrupación estudiantil Franja Morada, en la Facultad de Psicología.
En el caso de Luciana, según consigna el portal de noticias 0221.com.ar, "atravesaba una fuerte depresión desde hace tiempo", de acuerdo con expresiones atribuidas a la hermana de la fallecida.
Sus compañeros de militancia política indicaron que "su carisma y compañerismo transformaban cada día en la facultad en una experiencia más cálida y humana. Luli tenía esa capacidad única de hacer sentir a cada persona vista y valorada, dejando una huella imborrable en todos los que tuvimos el privilegio de conocerla".
El suicidio en jóvenes y adolescentes es una grave realidad nacional, que se puede constatar en cada una de las regiones del país. En Neuquén también existe la preocupación por esta epidemia de difícil tratamiento.