Derya Unutmaz, reconocido inmunólogo y colaborador de OpenAI, sostiene que la inteligencia artificial (IA) está a punto de provocar una transformación sin precedentes en la medicina y la longevidad humana. Según su perspectiva, si las personas logran vivir los próximos diez años, podrían extender su vida otros 50, gracias a los avances que permitirán resolver el envejecimiento.
Actualmente investigador en The Jackson Laboratory for Genomic Medicine y uno de los diez científicos seleccionados para probar los modelos más avanzados de OpenAI, Unutmaz considera que la convergencia entre la IA y la biotecnología impulsará una revolución capaz de curar enfermedades hoy incurables, como el cáncer, el Alzheimer o el Parkinson, en un horizonte de dos décadas.
El experto explica que herramientas como GPT-4 Pro, AlphaFold y ESM-3 han acelerado el desarrollo de terapias innovadoras. Por ejemplo, AlphaFold logró predecir en un solo día la estructura tridimensional de todas las proteínas humanas, una tarea que anteriormente hubiera tomado décadas. ESM-3, por su parte, anticipa la interacción molecular en tiempo real, facilitando así el diseño de medicamentos más seguros y efectivos.
Unutmaz resalta que la IA permite analizar y modelar la complejidad biológica a una escala sin precedentes. Destaca la creación de gemelos digitales, simulaciones virtuales de órganos y sistemas del cuerpo, que posibilitarán experimentar terapias y personalizar tratamientos sin necesidad de pruebas físicas. “Con un gemelo digital, sería posible simular cómo un medicamento interactúa con las células y órganos de una persona, anticipando sus efectos sin pruebas físicas”, afirma.
Para el especialista, el envejecimiento es “la madre de todas las enfermedades” y la IA ayudará a identificar y corregir los fallos moleculares que impiden la autorreparación del organismo. “No hay un límite físico para la vida en la biología. Si solucionamos los fallos en los sistemas biológicos, podríamos mantener la vida indefinidamente”, sostiene. Considera que el envejecimiento es un proceso intervenible mediante manipulación genética y reequilibrio metabólico.
El concepto de bio singularidad, propuesto por Unutmaz hace dos décadas, describe el momento en que la combinación de IA y biotecnología transformará radicalmente la biología humana. Según él, “una vez que alcancemos esa bio singularidad, el límite será el cielo. Literalmente, podríamos curar el cáncer en una semana y luego las enfermedades cardíacas en la siguiente”.
Esta visión se apoya también en la teoría de la velocidad de escape de la longevidad, popularizada por Ray Kurzweil, que plantea que los avances científicos permitirán extender la vida humana aceleradamente, incluso revertir el envejecimiento para devolver a personas de 80 o 100 años al estado biológico de un adulto joven.
La inteligencia artificial: ángel o demonio
Más allá de la medicina, Unutmaz advierte que la IA transformará la estructura social y económica, eliminando empleos incluso en sectores altamente cualificados y planteando retos en la distribución de la riqueza. Sin embargo, mantiene un enfoque optimista, imaginando una sociedad de abundancia donde la automatización libere a las personas para dedicarse a lo esencial de la vida.
El investigador subraya la necesidad de garantizar un acceso equitativo a los avances tecnológicos, prevenir usos malintencionados y proteger la privacidad. También destaca la importancia de adaptar los sistemas de salud y regulaciones, así como de reflexionar sobre el futuro del trabajo y la educación.
Finalmente, Unutmaz enfatiza que “lo que hacemos ahora determinará si llegamos a beneficiarnos de los descubrimientos que cambiarán la historia” e insta a prepararse para una transición colaborativa que asegure que la IA impulse el bienestar colectivo y redefine el futuro de la humanidad.