Pese al alto rendimiento que mostró Sebastián Villa en la temporada pasada, a partir de la causa en su contra por violencia de género, todo fue negativo para el colombiano. Pasó de ser uno de los jugadores más valiosos y celebrados para el club xeneize, a ser repudiado por los hinchas y mirado de reojo por la dirigencia. Ahora, con el pulgar abajo de todo el arco futbolístico nacional, quiere abandonar el país, pero no podrá hacerlo hasta que la Justicia se lo permita.
Luego de que Daniela Cortés denunciara a Sebastián Villa por violencia en el marco de su relación de pareja, los planes de la dirigencia de Boca cambiaron y, si bien ya anunciaron que no tomarán ninguna decisión hasta tanto se expida la Justicia, la distancia de compañeros, autoridades e hinchas significó un posicionamiento tácito, más allá de las cuestiones formales.
Villa ya expresó vía redes sociales, sentirse abandonado por sus pares en el club, salvo por el apoyo de contados jugadores y esto habría motivado su reciente decisión de romper su vinculación con Boca Juniors.
Varios programas y sitios online deportivos que se especializan en el mundo Boca, informaron ayer por la tarde que el colombiano habría ultimado a los hombres de Jorge Amor Ameal a que mejoren sustancialmente su contrato o que lo dejaran partir y la falta de respuesta fue una contestación en si misma. Todo indica que Villa se va; sólo falta conocer lo que dicte la Justicia Penal en la causa en su contra. De todos modos, si el escenario legal llegara a ser favorable para el colombiano, algo muy poco probable, la condena popular ya fue manifestada por todo el mundo Boca y es muy poco probable que Villa desee salir a la cancha acompañado por los silbidos del jugador número 12.