EN SAN LUIS
En un final caliente, Racing le ganó a Boca y gritó Campeón
Con goles de Matías Rojas y Carlos Alcaraz (en suplementario), la Academia se impuso por 2 a 1. Norberto Briasco marcó para el Xeneize, que no pudo terminar el encuentro debido a que se quedó con 6 jugadores en cancha
Racing se adjudicó el Trofeo de Campeones, al vencer a Boca por 2-1 en un cotejo que tuvo que recurrir a tiempo extra para su definición y que no pudo concluir ya que el Xeneize sufrió la expulsión de cinco jugadores por lo que Facundo Tello dio por finalizado el partido.
En el Estadio Parque La Pedrera de San Luis. Norberto Briasco había abierto el marcador y Matías Rojas igualó enseguida. En el alargue, a pocos minutos del final, Carlos Alcaraz puso el segundo para el conjunto de Avellaneda y se lo gritó a la gente del Xeneize. Se armó la trifulca y todo culminó con varias rojas en el aire.
Desde el inicio fue Boca el que intentó manejar las acciones del cotejo, inclusive fue el que primero insinuó y lo hizo con envíos aéreos desde la derecha por parte de Sebastián Villa buscando la cabeza de Vázquez. Por su parte Racing, prefirió buscar juego asociado a través de Matías Rojas y Jonathan Gómez y así poder llegar con peligro al arco defendido por Agustín Rossi.
La idea de pelota cruzada desde la izquierda a derecha dio resultado al Xeneize, ya que llegando los 15 minutos, Norberto Briasco dominó con el pecho luego de un envío de Fabra y resolvió al palo más lejano de Arias para poner el 1 a 0.
El resultado no impacientó al conjunto dirigido por Fernando Gago, que siguió con su juego colectivo asociado y esto le dio buenos dividendos. Pisando los 22’ Matías Rojas sacó un gran zurdazo que venció la resistencia de Rossi para poner el 1-1.
Después del empate, el encuentro se tornó entretenido por el ida y vuelta con poco paso del juego por el mediocampo. Sobre los 24’ lo tuvo Pol Fernández de cabeza pero la pelota rebotó en Gómez y se fue al córner.
De contra Hauche se lo perdió solo. Un preciso centro de Rojas encontró al Demonio, quien resolvió con un frentazo de pique al piso que se fue desviado.
Cuando la primera etapa se iba, Pol Fernández tuvo el segundo tras un tiro libre de la derecha que el capitán Xeneize no llegó a puntear y su tiro se fue por arriba del travesaño.
En el complemento, Hubo Ibarra reemplazó a Carlos Zambrano que no pudo continuar por un golpe recibido en la primera etapa. Su lugar fue ocupado por Agustín Sandez.
A los 11`, en una acción colectiva que fue de área a área, Johan Carbonero descargó para Hauche y el Demonio probó de media distancia. Agustín Rossi desactivó el peligro con un manotazo por encima del travesaño.
El encuentro lejos de tener pausa producto del cansancio de la agotadora temporada y la alta temperatura en San Luis, se tornó palo por palo. Pisando los 18', el que lo tuvo otra vez fue Briasco, cuando su cabezazo se fue apenas desviado.
Minutos después el que se salvó fue Boca, después de una excelente jugada por derecha, Moreno giró en el área y toco para Alcaraz, que remató y su derechazo se estrelló en el poste.
Llegando a los 30’, Ibarra buscó más poder ofensivo e hizo ingresar a Benedetto por Briasco. Con el ingreso, el técnico intentó sumarle compañía a Langoni que había ingresado hacía unos minutos.
Lo mismo hizo Gago, que vio síntomas de cansancio en su equipo y reforzó la línea defensiva con los ingresos de Emanuel Insúa e Iván Pillud por Facundo Mura (estaba amonestado) y Matías Rojas.
Llegando a los 40’ el encuentro se hizo trabado y desprolijo. El cansancio mencionado, hizo que las piernas su usaran en forma desmedida y las faltas se multiplicaron. Los dos equipos viendo que el final se acercaba, dejaron correr los minutos, aunque antes del cierre Tello le sacó roja a Carbonero y Villa.
En el inicio del alargue, el dramatismo se apoderó del encuentro cuando Miranda debió dejar el campo de juego tras un fuerte cruce con Figal. Seguido, Varela vio la roja tras recibir su segunda amarilla después de un choque fortuito con Moreno. Sin mucho más se despidieron los primeros 15’.
La última parte del suplementario se jugó con el corazón. Si respuestas físicas y con el envión que solo da el alma, Racing hizo rodar el balón hasta la izquierda y de ahí partió un centro preciso que encontró la cabeza de Alcaraz para marcar el 2 a 1. Con el gol se fue el partido, que tuvo un justo y merecido ganador del Trofeo de Campeones.
