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Lunes 20 de Octubre, Neuquén, Argentina
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Murió el hombre que llevó en andas a Maradona campeón del mundo de 1986

Aquel gesto espontáneo lo convirtió en parte de una de las imágenes más eternas del fútbol argentino. Este domingo, Roberto Cejas falleció en Santa Fe, dejando una historia que sigue emocionando a generaciones.

Lunes, 20 de octubre de 2025 a las 20:10
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Roberto Cejas, el día que cargó la gloria en sus hombros en el Estadio Azteca.

Hay fotos que no necesitan explicación, porque lo dicen todo. Una de ellas muestra a Diego Armando Maradona con la Copa del Mundo en alto, el rostro iluminado por la gloria y el pueblo argentino en un solo grito. Debajo de él, con el esfuerzo y la emoción dibujados en la cara, está Roberto Cejas: el hombre que llevó a Diego en andas, sin saber que en ese instante cargaba también el peso y el orgullo de todo un país.

Roberto Cejas murió este domingo. Era santafesino y tenía una vida común, pero su destino quedó sellado aquel 29 de junio de 1986, en el Estadio Azteca, cuando Argentina se consagró campeona del mundo. Había viajado a México con la ilusión de ver a la Selección, sin entrada, sin plan. Pero la pasión —esa que no entiende de límites ni protocolos— lo empujó hasta el corazón de la cancha, justo cuando el árbitro alemán pitó el final.

Cejas y Maradona, reencuentro en el Mundial de Brasil 2014, en el programa De Zurda.

“Saltamos al campo cuando terminó el partido. Diego se frenó, me miró, y lo levanté. No lo pensé. Fue puro instinto. Él me iba marcando por dónde ir. No tomé conciencia de lo que estaba pasando hasta mucho después”, recordaría años más tarde.

Ese “después” fue una vida entera. La foto de aquel momento dio la vuelta al mundo: Maradona en lo más alto, la Copa en sus manos, y Cejas sosteniéndolo como si sostuviera al propio sueño argentino. Su nombre se volvió parte de la leyenda, aunque él nunca lo buscó.

“Mis nietos me ven en la tele y dicen ‘ese es el abuelo llevando a Maradona’. Eso es impagable”, decía con una sonrisa humilde, como quien fue testigo privilegiado de un milagro.

Años más tarde, el destino le regaló otro encuentro con el Diez. Fue durante el Mundial de Brasil 2014, en el programa De Zurda, cuando Diego lo reconoció y lo abrazó. “Me dijo: ‘vos sabés cuánto pesa la Copa, pero yo sé cuánto peso yo con la Copa’. Nos reímos mucho. Fue hermoso”, relató con ternura.

También solía contar un detalle de aquel día que revelaba la humanidad de Maradona: “Le pedí un botín y me dijo que no, que eran para la vieja. Ese fue el único diálogo que tuvimos. Me pareció un gesto hermoso”.

Con humor y emoción, Cejas definía su historia con una frase que ahora suena a despedida: “Si la Mano de Dios hizo el gol, la otra fue la que me puso a mí ahí, justo debajo de Diego”.

Hoy, el fútbol argentino lo despide con gratitud silenciosa. Murió un día de que se cumplieran los 49 años del debut de aquel pibe de Villa Fiorito en la primera de Argentinos Juniors. Roberto Cejas fue mucho más que el hombre que alzó a Maradona: fue el símbolo de un pueblo que en 1986 sintió que, por un instante, podía tocar el cielo con las manos.

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