El fútbol de Neuquén vive un nuevo capítulo de polémica y abandono institucional. El Club Pacífico, uno de los más antiguos y tradicionales de la provincia, se encuentra sumido en una crisis que impacta directamente a quienes deberían ser prioridad: los chicos y chicas que día a día practican deportes en la institución.
El detonante más reciente llegó desde el fútbol femenino. El plantel que representa al club desde hace años en competencias nacionales debía viajar a Mendoza para disputar un torneo clave de la Copa Federal. Sin embargo, la dirigencia comunicó que no contaba con los fondos necesarios para que las jugadoras pudieran realizar el viaje. Lo que encendió la mecha fue la contradicción: el club posee un colectivo propio destinado a los traslados, pero el vehículo, según denunciaron, está desarmado y abandonado en una chacra de Fernández Oro, aunque sigue figurando a nombre de la institución.
El malestar no se limitó a las jugadoras. Los padres del club difundieron un comunicado público, denunciando irregularidades graves: pagos de sueldos en cuotas a profesores y entrenadores, diferencias presupuestarias injustificadas entre disciplinas, pérdidas de puntos por errores administrativos y falta de acompañamiento en viajes de divisiones menores. “Los chicos y chicas viajan solo con los profes, sin viandas ni recursos adecuados, y ningún dirigente está presente para garantizar su seguridad”, señalaron.
El tesorero del club, Víctor Cagnolo, salió a responder a las críticas. Reconoció dificultades económicas y explicó que los gastos de transporte y estadía estaban parcialmente cubiertos, aunque faltaban aproximadamente 70 mil pesos por persona para comidas. Sobre el colectivo, afirmó que fue vendido sin aval del club y que el caso está judicializado. También destacó que se realizaron actividades de recaudación, como ventas de pizzas, para paliar la situación.
Aun así, la indignación crece. Padres, madres y trabajadoras exigen respuestas urgentes y medidas concretas: pago completo de sueldos, igualdad presupuestaria entre disciplinas, protocolos claros para el cuidado de menores y acompañamiento de dirigentes en todos los viajes.
El conflicto deja en evidencia que, en Pacífico, los problemas administrativos y financieros no solo afectan al club, sino que terminan impactando directamente en los deportistas, quienes se ven obligados a “jugar más en la oficina que en la cancha”. Mientras tanto, la historia y tradición del club se ven amenazadas por decisiones que generan incertidumbre y descontento entre quienes más deberían ser escuchados.