El argentino Francisco “Bebu” Verón dominó y cerró una de las victorias más importantes de su carrera profesional, tras derrotar en fallo unánime al representante de Venezuela, Romain Villa, en Fort Lauderdale y así defendió el título continental latino superwélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la madrugada del sábado en la Argentina.
La noche en el War Memorial Auditorium mostró a un Verón sólido desde lo estratégico. Villa, con récord de 25 nocauts en 27 victorias, salió agresivo y logró incomodar al argentino en los primeros asaltos con golpes duros y presión constante. Ese primer tercio del combate fue una prueba de resistencia y concentración para el representante del barrio Lanzone de José León Suárez, provincia de Buenos Aires
Sin embargo, a partir del cuarto round la pelea cambió. Verón ajustó las distancias, comenzó a conectar con mayor precisión y manejó los tiempos con claridad. Su regularidad y experiencia internacional hicieron la diferencia: cada asalto lo fue desgastando a Villa, que ya no encontraba los espacios para conectar limpio.
En el cierre del noveno asalto llegó la acción más decisiva de la noche. Verón aceleró, encontró la mano justa y mandó a la lona a Villa con una combinación fulminante. El venezolano se levantó, pero quedó marcado el dominio del argentino en la recta final.
Tras diez rounds intensos, los jueces dieron un fallo unánime, los tres decidieron iguales en las tarjetas, 99 a 88 favorable al bonaerense de 25 años que estudia profesorado de educación física..
Verón logró este enfrentamiento decisivo tras obtener el cinturón latino de la CMB al derrotar al mexicano Juan Hernández en California. Aquella impactante victoria representó el regreso de Bebu a la senda del triunfo después de una caída previa ante Brandon Adams, lo que le permitió elevar su récord profesional ahora a 16 victorias, 1 derrota y 1 empate, con 10 nocauts. Otras de las victorias más destacadas del argentino fueron ante Timur Kerefov, Ángel Ruiz Astorga y Leonardo Di Stefano.
Noveno round, el argentino lo envió al piso a Villa. Triunfo que no admite discusiones