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Jueves 27 de Noviembre, Neuquén, Argentina
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De invisible en River a goleador salvador: el sorprendente renacer de Adam Bareiro en el Fortaleza

El paraguayo dejó atrás su etapa opaca en Núñez y, bajo la conducción de Martín Palermo, se transformó en la pieza clave del Fortaleza.

Jueves, 27 de noviembre de 2025 a las 13:15
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Adam Bareiro, en pleno festejo, símbolo del renacer goleador que impulsa a Fortaleza.

El fútbol da segundas oportunidades, pero pocas tan inesperadas como la de Adam Bareiro. El mismo delantero que pasó por River sin poder gritar un solo gol hoy es protagonista del Brasileirao en un contexto límite: Fortaleza, dirigido por Martín Palermo, pelea por no descender y el paraguayo se transformó en su arma más letal.

La historia cambió en apenas semanas. Bareiro, resistido por la tribuna y sin peso propio en el área, parecía repetir en Brasil el mismo camino que lo había empujado fuera del Millonario: pocas chances, escasa influencia y la pólvora siempre mojada. Pero la llegada del Titán alteró todo. Palermo, histórico goleador argentino, lo llevó a su hábitat natural y el cambio fue inmediato: seis goles en diez partidos y una racha que encendió al equipo en su tramo más delicado.

El último grito, un remate quirúrgico para el 1-0 frente a Bragantino como visitante, valió más que tres puntos. Fortaleza quedó a dos unidades de Vitória, el último que hoy evita el descenso, y recuperó la fe que parecía perdida. Y Bareiro, que llegó en julio con un 70 por ciento de su pase adquirido por 3,2 millones de dólares, finalmente justificó la apuesta.

El delantero ya había vivido turbulencias parecidas. Su paso por River fue un golpe más fuerte de lo que parecía: apenas 567 minutos en 16 partidos, ningún gol y una rápida salida por la puerta lateral. Ni Gallardo ni el hincha encontraron motivos para sostenerlo y el paraguayo debió buscar aire primero en Qatar y luego en Brasil, donde tampoco arrancó con el pie derecho.

Hoy la escena es otra. El paraguayo, de la mano de un DT que conoce como pocos el oficio del cazador de goles, se convirtió en el hombre que sostiene la ilusión de un club que pelea su batalla más compleja. Y, sin buscarlo, también en otra historia de esas que el hincha de River mira de reojo y con bronca acumulada: el delantero que nunca fue, ahora no para de convertir.

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