La noche que debía ser una fiesta para el Inter Miami terminó convertida en un capítulo inesperado de tensión, chicanas y un desafío cara a cara entre tres futbolistas argentinos. En el 5-1 ante New York City FC, Lionel Messi, Rodrigo De Paul y Maximiliano Moralez quedaron envueltos en un cruce verbal furioso que dejó al resultado en un segundo plano y que, por su contenido, se volvió viral en minutos.
Todo comenzó en una jugada que parecía rutinaria. Rodrigo De Paul pidió una tarjeta amarilla y el reclamo desató la primera chispa. Maxi Moralez lo encaró de inmediato: “Pará, Rodrigo. Dejá de pedir amarilla, dejá de joder”. La respuesta del mediocampista del Inter Miami no hizo más que encender la mecha: “Cerrá el culo vos, que te rajaron de Racing de una patada en el culo”.
A partir de ahí, el cruce dejó de ser un intercambio por una jugada puntual y se transformó en un ajuste de cuentas entre dos surgidos de la cantera de Racing. Moralez retrucó señalando su salida del club: “Para que te echen hay que tener la valentía de ir al club y dar la cara como hice yo”. Pero De Paul elevó todavía más el tono con una frase que resonó fuerte: “A Racing voy cuando quiero y, si quiero, lo compro”.
La discusión rápidamente escaló a cuestiones personales y profesionales. Moralez, visiblemente caliente, lanzó un ataque directo: “Sos un cagón que no fuiste a ganar la Libertadores y con 30 años preferiste venirte de vacaciones a Miami”. La tensión ya era máxima y el ida y vuelta comenzaba a llamar la atención del resto de los jugadores.
Fue entonces cuando intervino Lionel Messi, buscando frenar el conflicto y respaldar a su compañero. “A mí y a él nos tenés que respetar”, le reclamó al futbolista del New York City. Pero lejos de enfriarse la situación, la presencia del capitán de la Selección abrió un nuevo frente.
Moralez apuntó directamente al capitán campeón del mundo y lanzó la frase que más repercusión generó: “Disculpame, yo pensé que él era mamadera tuya y no que vos eras el mamadera de él”. Ese comentario hizo estallar definitivamente el clima en la cancha.
Messi no lo dejó pasar. Según la reconstrucción de distintos medios, la Pulga desafió a Moralez a continuar la discusión fuera del campo: “Ahora te espero en el vestuario”. El jugador del New York City no se achicó: “¿Qué te pensás, que nací en Nueva York? Ahora voy a la puerta del vestuario. Obvio. ¿Quién sos?”.
El encuentro siguió su curso, pero para entonces el fútbol era apenas un detalle. La goleada del Inter Miami quedó completamente relegada frente a un episodio cargado de frases picantes, orgullo herido y un desafío que no llegó a concretarse después del partido.
En una noche que prometía ser puramente deportiva, el cruce entre Messi, De Paul y Moralez terminó siendo la escena dominante: un choque inesperado entre compatriotas que puso a la MLS en el centro de la atención global.