El mes pasado, el Barcelona anunció que finalmente regresaría al Camp Nou el 10 de agosto para el partido del Trofeo Joan Gamper contra el Como. Sin embargo, el regreso a su estadio no se producirá en la fecha prevista, ya que el club informó que no ha recibido el Permiso de Primera Ocupación del Ayuntamiento de Barcelona, necesario para reabrir parcialmente el recinto.
La autorización de actividades y obras, así como el visto bueno de los bomberos, permite ya la ocupación de parte de la grada inferior, lo que supondría una audiencia de 25.000 aficionados.
El club esperaba la asistencia de 60.000 personas tras la reapertura del estadio. Dado que no se obtuvo el permiso definitivo, el partido se disputará en el Estadio Johan Cruyff, con capacidad para 6.000 personas. Un concierto el 9 de agosto en el Estadio Olímpico Lluís Companys, donde el equipo ha disputado sus partidos desde el inicio de las reformas del Camp Nou, impide la celebración del partido allí.
El tiempo sin jugar en el Camp Nou no sólo hace que los barcelonistas lo extrañen, sino que también perjudica las finanzas del club, ya que la venta de entradas en el Lluís Companys es menor debido al aforo reducido.