Alejandro “Papu” Gómez rompió el silencio y no se guardó nada. Suspendido por dos años tras dar positivo de terbutalina por un simple jarabe para la tos de su hijo, el exmediapunta de Atalanta y actual jugador de Pádova Calcio calificó la sanción como “un golpe” y comparó su caso con otros más indulgentes: "Tomás cocaína o te fumás un porro y te dan seis meses. Por un jarabe, me comí dos años. ¿A quién le entra en la cabeza?".
El Papu también dejó un mensaje cargado de ironía para algunos de sus excompañeros de la Selección Argentina: "Quedé sorprendido con mucha gente que desapareció. Cuando las cosas van bien están todos y cuando las cosas no están bien, no está nadie. Hay de todo. Cada uno hace lo que puede y reacciona a ciertas cosas como puede".
El mediapunta de 37 años recordó lo duro que fue atravesar los primeros meses de la sanción: “Los primeros meses fueron duros porque no entendía por qué me pasaba a mí, justo en mi mejor momento. Era el más top de mi carrera después de haber ganado un Mundial. Nunca me había pasado algo así en mi carrera y decís: ‘¿Por qué?".
El impacto fue tal que durante un tiempo no podía ni mirar fútbol: "Me la comí y acá estoy, peleándola. Sí tuve mucha bronca y mucho enojo. Me costó ver fútbol al principio. No podía ver un partido, apagaba la televisión. Para mí el fútbol había muerto y las redes sociales, nada. Me aislé y trabajé con un psicólogo. Era un bucle del que no podía salir. Trabajando, trabajando y trabajando pude liberarme".
La sanción del Papu Gómez finalizará en octubre de este año, momento en el que el exjugador de San Lorenzo y campeón del mundo con Argentina podrá volver a las canchas tras dos años de inactividad forzada.