Brasil cerrará las Eliminatorias Sudamericanas en La Paz, a 4.150 metros sobre el nivel del mar, en un duelo que marcará el debut de Carlo Ancelotti al mando de la selección en condiciones extremas.
El italiano enfrentará un desafío inédito: dirigir un partido en altura por primera vez, mientras Bolivia, que busca una victoria para ir al repechaje, buscará aprovechar su localía en el cierre de las Eliminatorias rumbo al Mundial.
En conferencia de prensa desde la Granja Comary, en Teresópolis, Ancelotti destacó la complejidad del encuentro: "Vamos a cambiar no solo la estrategia, sino también algunos jugadores. Tenemos que considerar el factor altitud y ajustar nuestro juego", aseguró.
El técnico agregó: "No tengo mucha experiencia en esto. Debemos confiar en quienes tienen más conocimiento, como médicos y fisioterapeutas. La idea es adaptar la estrategia y algunos jugadores para que el equipo no sufra y Bolivia no saque ventaja de su localía".
El antecedente familiar no es alentador: su hijo Davide, al frente de Botafogo, sufrió las consecuencias de jugar en altura frente a Liga de Quito y quedó eliminado de la Copa Libertadores. "En Europa no hay ciudades a 2.800 metros ni viajes de seis horas para un partido. Hay que adaptarse", contó Ancelotti Jr.
Con estas precauciones, Brasil buscará cerrar las Eliminatorias con una victoria, mientras Ancelotti enfrenta su primer gran examen en altura antes de dirigir su primer Mundial.