Un 25 de diciembre pero del 2014, Emanuel Ginóbili alcanzó una marca histórica en la NBA: disputó su partido número 1.000 en la liga más competitiva del mundo y con la camiseta de los San Antonio Spurs, la franquicia en la que construyó una carrera legendaria y dejó una huella imborrable.
Estuvo más de una década en la NBA, donde siempre defendiendo los colores de los Spurs, franquicia donde consiguió cuatro campeonatos (2003, 2005, 2007 y 2014), el escolta de Bahía Blanca alcanzó el gran número de partidos en el duelo ante Oklahoma, que terminó con victoria para los Thurder por 114 a 106.
En dicho juego, Ginobili jugó 25 minutos, aportó 11 puntos, 13 asistencias y agarró 7 rebotes. en dicha temporada, los Spurs venían de ser campeones, y cuarto anillo de la NBA para el argentino, tras superar a Miami Heat. en el 14-15, la corona quedó para los Golden State.
A lo largo de esos 1000 partidos, Manu se consolidó como uno de los jugadores más influyentes surgidos fuera de Estados Unidos. Sexto Hombre del Año en 2008 y dos veces All-Star, su impacto trascendió las estadísticas y fue clave para el éxito sostenido del equipo texano.
A 11 años, el logro de Ginóbili sigue siendo un motivo de orgullo para el básquet argentino. Su carrera en la NBA no solo rompió barreras, sino que abrió el camino para generaciones posteriores y lo confirmó como uno de los grandes íconos del deporte nacional.