Jake Paul no necesitó minutos para entender que medirse con un peso pesado profesional es otra historia. El youtuber estadounidense sufrió un KO devastador ante Anthony Joshua en el Kaseya Center de Miami y terminó con la mandíbula fracturada en dos puntos, cuatro placas de titanio y varios dientes perdidos.
En el podcast de su hermano Logan Paul, el boxeador contó la magnitud de su lesión con una mezcla de humor y asombro: “Es como si tuviera una pelota de béisbol ahí dentro. Cuatro placas de titanio. Está literalmente roto, hermano, completamente roto”, confesó. La intervención quirúrgica lo obligó a pasar una semana con dieta líquida y a enfrentar dificultades incluso para hablar.
A pesar de todo, Jake se mostró sorprendentemente positivo. “Fue una gran experiencia; aprendí mucho allí. Pensé: ‘¡Guau, qué bien!’. Estaba en el suelo pensando: ‘¡Qué buen tiro!’”, relató sobre el momento del nocaut que terminó en el sexto asalto a favor del británico.
El estadounidense también analizó la pelea y admitió que, aunque había ganado un par de rounds, la presión física y mental de enfrentarse a un rival como Joshua fue otra historia. “El cardio, la presión mental del grandote y el sparring con gente grande es diferente con los guantes de 280 gramos”, explicó.
Su recuperación será larga: los médicos anticipan que podría estar fuera del ring hasta nueve meses y que primero deberá recuperarse parcialmente antes de recibir implantes dentales. Pese a esto, Paul ya piensa en su regreso y lanzó un guiño a un futuro rival: “Quiero que Francis Ngannou sea mi próximo oponente. Les dije a todos que lo haría mejor que Francis, que terminó sin mentón. Es verdaderamente blandito. Ahora quizás sí pelee conmigo”.
El KO ante Joshua no solo dejó secuelas físicas, sino también una lección de humildad y realidad para el youtuber que se atrevió a medir fuerzas con la élite del boxeo mundial. Dolor, castigo y aprendizaje: el precio de jugar con gigantes.