DÍA DE LA TRADICIÓN

La tradición, a contramano de la urgencia del presente

El 10 de noviembre es el Día de la Tradición. Este año nos encuentra un poco más distraídos que de costumbre.
miércoles, 10 de noviembre de 2021 · 08:54

José Hernández, autor del Martín Fierro, nació el 10 de noviembre de 1834. Ese ha sido el acontecimiento tomado en cuenta por los legisladores argentinos, en su momento, para celebrar las costumbres gauchas en Argentina. La conmemoración se hizo oficial en 1939, cuando el Congreso aprobó la Ley 4756. Sus autores, Edgardo J. Míguenz y Atilio Roncoroni reconocieron el pedido de una agrupación denominada Bases, que exploraba las ideas de Juan Bautista Alberdi, y tenía entre sus miembros a Francisco Timpone, un periodista (¿Cuándo no?) y poeta que consideró necesario el doble propósito, de homenajear las costumbres criollas, y celebrar al autor del poema gauchesco por excelencia.

El día ha sido celebrado a lo largo del tiempo, desde entonces, con período de mayor o menor intensidad. En estos días, se atraviesa en Argentina, sumida en las imperfecciones, uno de virtual indiferencia hacia Hernández, el Martín Fierro, las tradiciones y demás circunstancias que podrían, tranquilamente, recordarse. El punto es que no hay tranquilidad, sino agitación; y las costumbres suenan más cerca de todo lo malo que quisiera cambiarse, más que de lo bueno y refrescante que culturalmente debería ser.

La tradición argentina, no obstante, está presente, precisamente en sus figuras emblemáticas, que han calado hondo en el esquivo "ser nacional". Martín Fierro fue perseguido, vivió entre los indios pampeanos, mató, se puso fuera de la ley, y la ley no lo ayudó para nada. Es, prácticamente, la descripción de muchísimos lugares comunes en la sociedad argentina. Al igual que la amistad forjada en la desgracia, que tuvo Fierro con el sargento Cruz; y el amor siempre urgido por las necesidades y la mala suerte, cruzado tangencialmente con una cautiva recuperada. Incluso la figura y los consejos del Viejo Vizcacha suenan en nuestros oídos a música reconocible, a un tranquilizador mensaje que dice, más o menos así: los argentinos gambeteamos los problemas de maneras misteriosas.

La tradición, pues, no es el ropaje exterior, la fácil recurrencia en las deterioradas escuelas que se plasma en el pedido a las madres de enviar a los chicos "vestidos de gaucho" (como si esto fuera fácil); sino, más bien, lo que anida en lo profundo del inconsciente colectivo. Explica más cuestiones de las que nos atrevemos a aceptar, y fundamenta claramente ese espíritu rebelde y contradictor, muchas veces disfrazado de obsecuencia culpable, que asoma inexorablemente en las conductas argentinas.

Algo de eso se quiere cambiar, aparentemente. Por eso, este 10 de noviembre, hay un Día de la Tradición a contramano. Soplan vientos con necesidades de modificar una realidad que nos lastima. En el fondo de las convicciones, sean cual sean estas, inquieta esa urgencia, de que "algo hay que cambiar", sentida en estos días tanto por oficialistas como por opositores.

Es difícil celebrar el Día de la Tradición en Argentina, porque al mirarnos en el espejo, lo encontramos, antiguo y perseverante, como la excusa de todo lo malo que nos sucede.

 

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios