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Trump cierra el cerco sobre Maduro: trasladó su portaaviones desde Medio Oriente a Venezuela

Washington despliega el portaviones Gerald Ford, el mas grande del mundo, en el Caribe para combatir el narcotráfico. Pero el verdadero principal es otro: forzar la caída de Nicolás Maduro. ¿Lula mediador?

Domingo, 26 de octubre de 2025 a las 13:13
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Maduro se sostiene por su alianza con los militares y los servicios de inteligencia
Estados Unidos ataca "narco lanchas": mas de 30 muertos
Trump decidido a sacar a Maduro del poder
Maduro, presionado como nunca.
El Gerald Ford, el portaviones mas grande del mundo, se instalará muy de cerca de Venezuela

El portaviones más grande del mundo deja Medio Oriente y se acerca a América del Sur. Se aleja de una región que ocupó la atención de Estados Unidos en los últimos 20 años y de la que se viene desenganchando, y llega a América del Sur, donde Donald Trump pone ahora la atención.

Llegará a aguas cercanas a Venezuela para reforzar la presencia militar que desde hace dos meses Trump desplegó con un objetivo explícito: combatir el narcotráfico. Y otro no tanto: sacar a Maduro del poder.

El objetivo explícito: la lucha contra el narcotráfico

Desde septiembre, ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35 están hundiendo "narcolanchas" en el Caribe. Hace pocos días Trump expandió esas operaciones al Pacífico, cerca de la costa colombiana, e incluyó a Gustavo Petro en la lista de "socios" de los grupos narcos. En total, 37 personas que iban en ocho lanchas y en un pequeño submarino fueron eliminadas por las bombas lanzadas por Estados Unidos.

Trump responsabiliza a los carteles de la droga, Los Soles y el Tren de Aragua, de las miles de muertes por fentanilo que ocurren en Estados Unidos, y por eso está dispuesto a todo para combatirlos. En algún momento apuntó contra México e incluso Canadá, acusándolos de dejar pasar las drogas por sus fronteras. Ahora Trump quiere mostrar que todo lo que está haciendo tiene resultados. En ese sentido, se encargó de que las imágenes de los ataques a las lanchas se difundieran para que quedara claro que su guerra es contra los grupos criminales narcos.

El otro objetivo: el cambio de régimen

Pero habría que mirar más en detalle para entender que el mensaje es, en verdad, pura y exclusivamente para Maduro y, sobre todo, para quienes lo sostienen en el poder. Los militares, las fuerzas de seguridad, los servicios de inteligencia y los empresarios que son socios del régimen, deben leer el mensaje: dejen de apoyar a Maduro. Sin ese apoyo no hay dictador que se sostenga.

El inédito despliegue militar en el Caribe ya parecía mucho para combatir lanchas narcos, pero poco para intentar un cambio de régimen. Sin embargo, en las últimas semanas Trump aceleró: primero autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela, abriendo la puerta para que la guerra pasara del mar a la tierra. La llegada del portaviones Gerald Ford, que puede transportar más de 75 aeronaves militares, además de sistemas antimisiles que pueden neutralizar drones y aviones, debería preocupar más a Maduro, quien tiene bien en claro que lo que quiere Trump es sacarlo del poder.

Trump parece estar convencido de que es el momento de terminar con el régimen de Maduro. Ni siquiera piensa en negociar una salida digna del dictador. Marco Rubio, su secretario de Estado, es el principal autor intelectual de esta estrategia. Sin embargo, tiene límites: al igual que durante su primer mandato, los que saben le desaconsejan una invasión terrestre. Siempre salen mal. Pero también hay otra alerta: operaciones militares en el territorio podrían desatar un conflicto que transforme Venezuela en un caos y que perjudique a toda la región.

¿Un mediador regional?

Lula da Silva, que de a poco y exhibiendo un pragmatismo extremo, empezó a reconstruir su relación con Trump, seguramente se cruzará con él en la cumbre de la ASEAN en Malasia. Tienen mucho de qué hablar: desde los aranceles más altos del mundo que Trump le impuso a Brasil hasta la situación de Bolsonaro. Pero Venezuela debería estar en esa agenda. Lula se alejó de Maduro luego del fraude electoral del año pasado, con el cual renovó por su propia voluntad su mandato al frente del país. Pero teme que una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela desestabilice a toda la región. Eso, debería pensar Trump, además complicaría sus planes de seducir a su "patio trasero". Washington vuelve a mirar a América del Sur. Allí tiene enormes desafíos geopolíticos que van más allá del crimen organizado y el narcotráfico.

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