A pesar de que el pozo Argerich resultó estar seco, el sector petrolero offshore de Argentina aún tiene grandes esperanzas. Es que la industria, que está en pleno auge en Sudamérica, busca posicionarse al país como un actor clave en la producción de petróleo en alto mar.
Marcelo Guiscardo, presidente del Clúster de Energía de Mar del Plata, tiene una visión optimista sobre el futuro del sector. En el marco de la AOG 2025, pasó por el stand de Mejor Energía y aprovechó la oportunidad para explicar que la exploración offshore está ganando terreno y que países como Guyana, Surinam y Brasil ya están logrando grandes hallazgos.
En ese contexto, confió que la producción en la zona podría llegar a alcanzar un millón de barriles diarios en el futuro.
La clave: infraestructura e inversión
El fracaso de Argerich no ha sido en vano. La información recopilada del pozo será de gran utilidad para los gigantes del sector como Shell y Qatar Petroleum, que están analizando nuevos datos para determinar sus próximos movimientos. Puntualmente, los anuncios de esas compañías se esperan para finales de año.
Sin embargo, para Guiscardo el éxito del sector depende de un factor crucial: la inversión en infraestructura. "La clave del futuro del offshore argentino está en la inversión en infraestructura. Para que el país aproveche su potencial offshore, se necesita una inversión significativa en infraestructura, desde plataformas hasta oleoductos", relató.
Si bien la inversión inicial es alta, el proyecto ofrece una vida útil de los pozos a largo plazo y la generación de divisas en dólares. Este es un punto atractivo para los inversionistas internacionales, especialmente con el impulso adicional del Régimen de Incentivos Fiscales (RIGI) .
Un camino con menos impacto ambiental y más colaboración
El RIGI no solo beneficia a la economía, sino que también promueve la reducción del impacto ambiental, un tema central en las conversaciones del sector. "El régimen tiene un doble impacto positivo: promueve la generación de divisas mientras minimiza el impacto ambiental, algo que también ha sido un tema recurrente en las discusiones del sector", afirmó Guiscardo, y agregó: "este tipo de proyectos tiene un menor impacto en las zonas costeras y, por lo tanto, menos rechazo social y ambiental".
El Clúster de Energía de Mar del Plata está trabajando activamente en este sector y otros proyectos energéticos. Un claro ejemplo es el desarrollo de un oleoducto subterráneo para el transporte de petróleo offshore, un proyecto colaborativo que podría ser vital para el futuro energético del país.
Guiscardo cree que Argentina tiene una oportunidad única para consolidarse como un jugador clave en la industria petrolera mundial. "Con un mercado global cada vez más hambriento de energía, Argentina tiene una oportunidad única de posicionarse como uno de los jugadores clave en la producción de petróleo offshore. Sin embargo, este potencial solo podrá materializarse con una visión estratégica a largo plazo y un trabajo conjunto entre el sector privado y el gobierno", concluyó.
El futuro del petróleo offshore en Argentina parece prometedor, pero está condicionado a la capacidad de superar los desafíos de infraestructura y una gestión inteligente de los riesgos ambientales para atraer la inversión necesaria.