El Servicio Penitenciario Provincial detectó y frustró un intento de ingreso de drogas a la cárcel de Viedma durante una requisa de rutina. La rápida intervención del personal permitió secuestrar cinco envoltorios con cocaína y marihuana que un interno había recibido de una visitante proveniente de Bariloche, activando de inmediato los protocolos judiciales y disciplinarios vigentes.
El hecho ocurrió cuando un interno oriundo de San Antonio Oeste, detenido por causas de robo, solicitó regresar a su pabellón tras cumplir una visita íntima. Como marca el procedimiento, antes del traslado se realizó una requisa corporal y de pertenencias. En ese contexto, el personal penitenciario detectó un preservativo oculto entre los elementos que había llevado a la sala, además de envoltorios escondidos en una caja de cigarrillos y en sus medias.
Durante el control se encontraron cinco envoltorios: cuatro con cocaína y uno con marihuana. Parte del material estaba disimulado dentro de un preservativo, una modalidad utilizada para intentar burlar los controles, que fue rápidamente advertida por los agentes.
Las primeras actuaciones confirmaron que la sustancia habría sido proporcionada por la joven que visitó al interno. Tras el hallazgo, se dio intervención a la fiscalía de turno, se convocaron testigos y se cumplieron todas las diligencias legales, resguardando la cadena de custodia y los derechos de las personas involucradas.
Procedimiento y consecuencias
Luego del operativo, el interno fue evaluado por el servicio médico y notificado del inicio de las actuaciones disciplinarias correspondientes. La investigación judicial continuará para determinar responsabilidades y el origen del material incautado.
Desde el Ministerio de Seguridad de Río Negro destacaron que este procedimiento se inscribe en una política clara de endurecimiento de las requisas y controles en todos los establecimientos penitenciarios de la provincia. El objetivo es evitar el ingreso de drogas y otros elementos peligrosos que puedan alterar la convivencia, poner en riesgo la seguridad interna o afectar la salud de las personas privadas de libertad y del personal penitenciario.