Hay gestos que dicen más que cualquier palabra, y Martín Pepa eligió uno imposible de pasar por alto. En su primer aniversario junto a Pampita, el polista decidió sorprenderla con un regalo fuera de lo común, digno de una historia de amor a su medida. Después de un breve impasse que habían atravesado a mediados de año, la pareja volvió a apostar al vínculo con más fuerza que nunca, y este presente fue la confirmación de que la reconciliación es total.
La noticia se conoció en Mujeres Argentinas (El Trece), donde Gustavo Méndez reveló el insólito obsequio que Pepa preparó para su pareja. “Pepa le regaló a Pampita un caballo. Pero no cualquier caballo: un pura sangre”, contó el periodista, desatando la sorpresa en el estudio.
El gesto, que combinó romanticismo y lujo, tuvo además un detalle que lo volvió aún más personal. Según añadió Amalia Díaz Guiñazú, el polista decidió bautizar al animal en honor a su novia: “Y de nombre honró a su novia, porque le puso ‘La Caro’”. La ocurrencia generó risas entre los panelistas, y María Fernanda Callejón comentó con humor: “Muy pampeano”, al tiempo que calificó la idea como “muy original”.
Durante el programa se mostraron imágenes del imponente ejemplar, de pelaje negro y porte elegante. El animal ya se convirtió en un símbolo de este nuevo capítulo en la vida de la modelo y su pareja. Según el panel de Mujeres Argentinas, Pepa está “muy enamorado” y feliz de haberse reconciliado con Pampita, consolidando una relación que, pese a la distancia y las agendas apretadas, parece más fuerte que nunca.
La conductora, por su parte, se mostró emocionada y compartió con sus seguidores algunos detalles de la celebración, aunque eligió mantener en reserva la intimidad del festejo. Lo cierto es que este obsequio no solo marcó el aniversario de la pareja, sino que también reflejó la personalidad de ambos: él, apasionado por los caballos; ella, amante de los gestos románticos.
Así, Pampita y Martín Pepa celebraron su primer año de amor con un regalo que no pasará desapercibido: un pura sangre llamado La Caro, emblema de un vínculo que volvió a galopar con fuerza después de la tormenta.