Wanda Nara atraviesa un complejo escenario legal luego de recibir una denuncia millonaria vinculada a su participación en una reconocida plataforma de contenido para adultos. El conflicto surge a raíz de un contrato firmado meses atrás, que hoy se encuentra en el centro de una disputa económica y judicial.
De acuerdo con lo informado en el programa A la Tarde (América TV), Wanda Nara habría incumplido varias cláusulas del acuerdo firmado en mayo de 2024, cuando lanzó su perfil en la aplicación. El contrato establecía una ganancia del 80% de lo recaudado, con un objetivo económico de cinco millones de dólares como meta a alcanzar.
Entre los puntos centrales del acuerdo figuraba la exclusividad de su contenido, lo que significaba que no podía subir material audiovisual a otras plataformas de adultos. En caso de hacerlo, la multa prevista era de 10 mil dólares por cada día en que incumpliera esta condición. Estas medidas buscaban proteger la inversión de la empresa, que ahora reclama daños y perjuicios.
La situación se volvió aún más compleja debido a la diferencia de versiones. Por un lado, Wanda Nara argumenta que dio por terminado el contrato de manera unilateral por falta de pago. Sin embargo, desde la aplicación aseguran que habían realizado una importante transferencia a una cuenta en Italia, tal como ella misma habría solicitado por cuestiones impositivas.
En paralelo, el periodista Gustavo Descalzi aportó desde Uruguay información sobre el impacto que podría tener esta denuncia en los bienes de la mediática. Particularmente, puso el foco en la lujosa casa que posee en ese país, valuada en tres millones de dólares, que podría quedar comprometida si la causa avanza hacia un embargo.
El inmueble, según confirmó Descalzi, figura a nombre de la propia empresaria en el registro de propiedades uruguayo. Esto refuerza la posibilidad de que, ante una resolución desfavorable, deba responder con su patrimonio personal. La situación genera gran incertidumbre sobre el futuro de la propiedad.
Además, en la discusión aparece un nombre clave: el de la abogada Ana Rosenfeld, quien habría asesorado a la empresaria en toda la operación contractual. Su rol podría ser determinante para comprender hasta qué punto la mediática está expuesta frente a las demandas de la plataforma.
Con el paso de los días, el conflicto promete escalar y poner en jaque no solo la imagen pública de la empresaria, sino también sus bienes más importantes. Mientras tanto, se espera que la justicia avance en la investigación y determine el alcance real de la denuncia millonaria.