La polémica por la entrevista fallida de la China Suárez en Luzu TV sigue sumando capítulos. Después de días de rumores y versiones cruzadas, Nico Occhiato decidió hablar públicamente y aclarar por qué el encuentro no se concretó tras encargarse de bajarle el pulgar. El conductor y creador de la señal se refirió al tema en A la Barbarossa y contó su versión de los hechos.
El conflicto estalló cuando se confirmó que la actriz no participaría del ciclo Antes que Nadie, conducido por Diego Leuco. Según trascendió, la artista habría pedido que Nico Occhiato estuviera presente en el estudio, a pesar de que no era su programa. La producción no accedió y, ante la falta de acuerdo, se suspendió la entrevista.
Frente a la repercusión que generó la noticia, el conductor de Nadie Dice Nada fue claro: "No tengo mucho más para decir. Diego Leuco dijo todo. La verdad es que nosotros ya tenemos toda la semana armada, y el programa está yendo para otro lado. Cómo programador pensé que era mejor que la nota se la haga Diego en Antes que Nadie o Fede Popgold en Patria y Familia”.
Consultado por la condición que habría puesto la China Suárez, fue aún más contundente. "Cuando nos enteramos que querían que este yo, dije que no, nunca me metí en una nota, y el programa es de los chicos, no mío, no tengo porque meterme en una nota de ellos", expresó sin vueltas, dejando claro que su decisión fue institucional.
Horas más tarde, la propia actriz salió a hablar en X (ex Twitter) para asegurar que todo había sido un malentendido entre su equipo de prensa y la producción de Luzu TV. Ante esa aclaración, Nico Occhiato mantuvo su tono conciliador: "Puede ser que haya sido así", reconoció, sin querar dar detalles y dejando la puerta abierta a esa posibilidad para minimizar el problema.
"La China pidió que en algún momento de la nota apareciese yo pero dije que no", remarcó, sosteniendo su postura y defendiendo la independencia de los programas que integran su señal.
Finalmente, el conductor cerró con una frase que reflejó su manera de manejar el conflicto: "Ella tiene todo el derecho de pedir lo que sea y nosotros el derecho de decir hasta acá sí, hasta acá no". Con eso, el conductor dio por terminado el tema y dejó en claro que, más allá del escándalo, su decisión no tuvo nada que ver con el revuelo mediático, sino con una cuestión de principios.