Los rumores en torno a la China Suárez parecen no tener fin. En cada proyecto nuevo, su vida personal se convierte en tema de conversación y esta vez no fue la excepción. La actriz iba a ser entrevistada en Olga, pero la propuesta terminó en un inesperado revés que involucró a Paula Chaves, Migue Granados y, por supuesto, las repercusiones mediáticas que nunca faltan.
Durante su programa, Migue Granados reveló los motivos detrás de la fallida entrevista. Según contó, la idea inicial era que Paula Chaves fuese quien dialogara con la China Suárez, aprovechando el vínculo profesional que ambas comparten a través del mismo representante. Sin embargo, la modelo se negó, y su decisión despertó curiosidad entre los seguidores.
Granados explicó que la negativa de Paula Chaves no tuvo que ver con conflictos personales sino con un intento de evitar tensiones innecesarias. “Había que hablar del tema”, dijo el conductor, haciendo referencia a la vieja polémica que involucró a la China Suárez con Wanda Nara y Mauro Icardi. “Paula no quería meterse a fogonear una pelea entre dos minas”, agregó, defendiendo la postura de su colega.
El conductor de Olga destacó que entendió perfectamente la elección de Paula Chaves. “Me pareció bien, fue una decisión correcta”, aseguró, aclarando que no existieron roces entre ellos. Para Migue, forzar un encuentro que pudiera derivar en una incomodidad no tenía sentido, especialmente en un formato donde el clima distendido es parte esencial del contenido.
Migue Granados también aprovechó para aclarar un malentendido con la prensa, que interpretó erróneamente una broma publicada en redes sociales del canal. “Nosotros tiramos un tuit jodiendo con que la China estaba cancelada porque no vino, pero fue un chiste. Cuando vimos que se desbordó, lo borramos”, explicó.
Lejos de los rumores de enemistad, Migue contó que mantiene una buena relación con la China Suárez. “Me llamó la China y me dijo: ‘¿Tenemos buena onda o no?’. Y claro que sí. Ella vino muchas veces, cero drama”, detalló.
Finalmente, Migue Granados dejó en claro que, para su equipo, el escándalo no es sinónimo de éxito. “A nosotros cuando hay quilombo, no nos sirve”, sentenció, cerrando el capítulo de una entrevista que nunca llegó a concretarse, pero que igual dio mucho de qué hablar.