La llegada de Rosalía a Buenos Aires encendió la atención de la escena musical local. En plena promoción de Lux, su cuarto álbum de estudio, la artista española aterrizó en Ezeiza y, sin perder tiempo, se instaló rápidamente para sumarse a una de las noches más comentadas: el show de Cindy Cats en el estadio de Ferro. Su presencia, guardada bajo estricta reserva, terminó convirtiéndose en uno de los momentos más celebrados por los fans argentinos.
Minutos después de su arribo, Rosalía se dirigió al estadio para disfrutar del concierto desde un sector exclusivo de la platea VIP. Allí, no solo acompañó gran parte del espectáculo, sino que además recibió un sentido homenaje de la banda, que interpretó un popurrí de sus hits más emblemáticos. El gesto emocionó profundamente a la española, que respondió con aplausos, sonrisas y reverencias hacia el escenario.
La sorpresa estalló en el recinto cuando las pantallas enfocaron a Rosalía. Los asistentes, que desconocían que estaba en el país, reaccionaron con gritos y ovaciones. La cantante agradeció el cariño del público, generando un clima de euforia que elevó aún más la energía de la noche. Con un look relajado, vestido negro, pañuelo blanco y lentes oscuros, captó todas las miradas sin esfuerzo.
Pero la visita no fue en soledad. La intérprete compartió el show con tres figuras muy queridas de la música argentina: Soledad Pastorutti, Juliana Gattas y Emilia Mernes, quienes la acompañaron desde la parte alta del estadio. El encuentro entre estas artistas alimentó las especulaciones sobre posibles colaboraciones o futuros proyectos en común.
Además del encuentro con colegas locales, la presencia de Rosalía en el concierto de Cindy Cats reforzó su vínculo con la escena nacional, donde su influencia es cada vez más visible. La interacción con los músicos y el recibimiento del público reflejaron el impacto cultural que la española mantiene en Argentina.
Esta visita forma parte del recorrido promocional global de Lux, un disco ambicioso que llevó a Rosalía a experimentar con 13 idiomas y a trabajar durante tres años en una propuesta artística sin precedentes en su carrera. El álbum, dividido en cuatro movimientos, explora la espiritualidad, el feminismo y la transformación personal desde un enfoque profundamente conceptual.
Con Lux, grabado junto a la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección de Daniel Bjarnason, Rosalía reafirma su lugar como una de las figuras más vanguardistas del pop internacional. Su paso por Buenos Aires, cargado de encuentros y emociones, deja claro que la artista mantiene una fuerte conexión con el público argentino y con las voces femeninas de la escena local.