Es sabido que Alex Caniggia disfruta provocar revuelo cada vez que puede. Entre comentarios punzantes, acusaciones y chicanas sin filtro, el mediático suele apuntar contra distintas figuras del espectáculo argentino. Sin embargo, esta vez se encontró con una rival que no piensa dejarle pasar ni una más: Wanda Nara.
La conductora, que ya ha protagonizado múltiples conflictos legales por el cuidado de su imagen pública, tomó una determinación tajante luego de una nueva burla que trascendió las redes. Cansada de ser blanco de ataques cargados de ironía y agravios, decidió iniciar acciones judiciales contra Alex Caniggia.
La información salió a la luz en Storytime, el ciclo de streaming encabezado por Laura Ubfal y Nazarena Vélez. Allí, frente a la sorpresa de todos, Ubfal reveló que Wanda Nara presentó una demanda por daños y perjuicios debido a un calificativo que le habría resultado insultante. Y la sorpresa fue aún mayor cuando se supo cuál fue el motivo de la disputa.
Melody Luz, pareja del mediático e invitada en el programa, confirmó que su novio comparó a Wanda Nara con Peppa Pig. Aunque intentó poner distancia del conflicto, reconoció que no siempre avala las declaraciones del padre de su hija y que muchas veces él “cruza límites” con tal de generar polémica.
Esa comparación, que en un principio muchos podrían considerar una broma infantil, fue recibida de manera muy distinta por la empresaria. En su entorno aseguran que la intención de Alex Caniggia fue burlarse de su aspecto y personalidad, lo que afectó de forma directa su imagen pública, un elemento clave en su carrera.
¿Por qué la referencia generó tanto enojo? Peppa Pig es una cerdita animada famosa en el mundo, pero desde hace tiempo enfrenta críticas por comportamientos poco amigables: actitudes caprichosas, burlas a otros personajes y gestos de superioridad que la volvieron un símbolo de lo que no debería imitar un niño.
Por eso, más allá del chiste, la analogía tomó un tono despectivo. En tiempos donde la reputación se construye —y se destruye— a través de pantallas, Wanda decidió que ya no toleraría ataques que puedan afectar sus proyectos laborales.
Así, lo que parecía una típica pelea mediática terminó escalando a los tribunales. Mientras la Justicia analiza el reclamo, el episodio demuestra que hasta una caricatura puede convertirse en detonante de un escándalo que de infantil no tiene absolutamente nada.