La mañana trajo una de esas noticias que iluminan las redes: Rocío Marengo se convirtió en mamá por primera vez. Después de un camino largo, lleno de expectativas y capítulos compartidos con su público, la modelo recibió a su hijo Isidro y decidió presentarlo con un mensaje cargado de emoción. La postal, con ella abrazando al bebé y Eduardo Fort a su lado, terminó por conmover a todos.
La confirmación llegó inicialmente desde el mundo del espectáculo, cuando Pochi, creadora de Gossipeame y panelista de Puro Show (El Trece), compartió la novedad en su cuenta de Instagram. "Nació Isidro, el hijo de Rocío Marengo y Eduardo Fort. Me cuentan que están los dos muy bien. Felicitaciones a la familia", escribió, anticipando lo que minutos más tarde la propia Rocío ampliaría con sus palabras.
Ya con la noticia instalada, Rocío Marengo subió un posteo que desbordaba felicidad. "Estamos muy felices. Bienvenido, bebito. Isidro Fort Marengo nació en el Sanatorio Otamendi a las 10:54 am y pesó 2,480 kg", expresó junto a las primeras imágenes del pequeño, envuelto y dormido sobre su pecho. La escena, íntima y luminosa, recorrió miles de historias en cuestión de minutos.
En ese mensaje también agradeció el cariño que recibió durante su embarazo, un proceso que eligió transitar con sinceridad pública desde el primer día. "Gracias a todos por los mensajitos hermosos. Siempre me sentí muy acompañada, querida y apoyada por ustedes, y no quiero dejarlos afuera de este momento tan mágico", escribió, consciente del afecto que viene acumulando hace años entre Argentina y Chile.
Luego dedicó unas palabras al equipo médico que la acompañó en el nacimiento. "No puedo dejar de agradecer como primera medida a mi obstetra y a todo un equipo espectacular que hoy trajo a mi bebé al mundo. Son enormes", agregó, cerrando un posteo tan tierno como transparente.
El video que acompañó su anuncio terminó de completar la escena de bienvenida: allí se la ve con el bebé en brazos, todavía conmovida, mientras Eduardo Fort la acompaña con evidente emoción. Una imagen sencilla, pero cargada de significado para una pareja que atravesó varios procesos antes de finalmente llegar a este momento.
Con la llegada de Isidro, todo ese recorrido —los miedos, las esperas, las dudas y las alegrías contenidas— encontró finalmente un sentido. Rocío Marengo inicia ahora una etapa completamente distinta, esa que mezcla desvelo, ternura y descubrimiento minuto a minuto. Y lo hace rodeada de cariño, con Eduardo Fort acompañando cada paso y un bebé que acaba de transformar su historia para siempre. Es el comienzo de un capítulo que, para ella, se siente tan esperado como reparador.