En la última emisión en vivo de Cuestión de Peso, el clima dentro del estudio se volvió tenso y polémico cuando Big Ari protagonizó un fuerte cruce con sus compañeros y el equipo profesional. Lo que parecía un detalle menor en el desayuno se transformó en un conflicto que casi termina con su salida del ciclo.
Todo comenzó en relación a otra participante, Naiara Medina, pero rápidamente Big Ari se convirtió en el centro de la escena con un descargo que sorprendió a todos. Con voz firme, expresó que su manera de transitar el tratamiento era distinta a la de los demás y que no estaba obligado a hacerlo en grupo.
El detonante del conflicto fue algo aparentemente sencillo: el desayuno. Ariel explicó que desde hacía una semana venía solicitando no recibir las tostadas de la mañana, ya que no sentía hambre. “Se lo repito a Natalia desde hace una semana. No quiero comer las dos tostadas de la mañana porque no tengo hambre”, declaró visiblemente molesto.
El enojo del participante se incrementó y agregó: “Mi desayuno es un café y un huevo, con eso estoy bien. Te vuelven loco con la tostada”. Sus palabras generaron un silencio incómodo y dejaron a todos los presentes atentos a la reacción del equipo.
Natalia Natalini, profesional del programa, intervino para aclarar la situación. Aclaró que ella no había respondido de manera hostil y recordó que Big Ari le había pedido explícitamente que no le sirvieran las tostadas, ya que no las iba a consumir. La explicación, sin embargo, no calmó del todo al participante.
La tensión escaló cuando Big Ari elevó la voz y recalcó: “Hace una semana que pido que no me las sirvan y me las siguen trayendo”, lo que generó un gran revuelo entre los demás participantes y el equipo técnico. La situación provocó comentarios irónicos de algunos compañeros, que compararon el pedido con cambiar una medicación médica.
Sin embargo, Ariel corrigió la comparación de inmediato: “No es lo mismo. Yo sé qué quiero desayunar. No es que no coma nada”. Finalmente, lejos de calmarse, redobló la apuesta y expresó su frustración: “Están todo el tiempo controlando lo que hago, lo que digo, si como o no como. Por favor, yo quiero cumplir con el tratamiento, pero si siguen así, voy a estar cada vez menos”.
El cruce dejó en evidencia la complejidad de manejar la convivencia y los protocolos dentro del programa, y abrió un debate sobre la autonomía de los participantes frente a las normas colectivas. Mientras tanto, los seguidores de Big Ari en redes sociales no tardaron en manifestar su apoyo al exGran Hermano, convirtiendo la situación en uno de los momentos más comentados del ciclo.