El cantante Elián Valenzuela, conocido popularmente como L-Gante, atraviesa un momento difícil tras el siniestro que redujo a escombros la vivienda que alquilaba en Canning. El episodio ocurrió durante el fin de semana, mientras él se encontraba en General Rodríguez, y todavía no existen certezas sobre cómo se originaron los daños. Lo que más sorprendió al artista fue el silencio absoluto de sus vecinos, que no supieron dar ninguna respuesta frente a la magnitud de lo sucedido.
En diálogo con el programa DDM, conducido por Mariana Fabbiani, el referente de la cumbia 420 relató paso a paso el instante en que descubrió el desastre. Había pasado la noche con su madre y amigos, entre una obra de teatro y una reunión familiar, cuando decidió regresar al inmueble de Canning. Lo que debía ser un cierre tranquilo de jornada terminó convirtiéndose en una escena difícil de asimilar.
El primero en advertir la gravedad fue un allegado que ingresó antes a la casa y salió sobresaltado. “Me dijo que no entre, y cuando pregunté qué había pasado, no supo explicarme. Todo estaba ennegrecido”, expresó el músico. Conmovido, se dirigió luego a la guardia del barrio cerrado para obtener información, pero la respuesta fue un silencio que lo dejó aún más confundido.
“Pregunté lo básico: si alguien había visto fuego, humo o alguna luz rara. Pero no, nadie notó nada. Me resultó rarísimo que no hubiera un solo testigo”, contó, evidenciando la impotencia que le generó el hecho. La ausencia de testimonios alimentó dudas sobre el verdadero origen del incendio.
Una vez adentro, la postal era devastadora: las paredes, los muebles y cada rincón estaban cubiertos de hollín. “Todo lo que tenía color ahora es negro”, describió con crudeza. Ante la consulta por las pérdidas materiales, señaló que prácticamente no hubo nada que pudiera salvarse del daño.
El episodio tomó mayor repercusión porque L-Gante llegó a mostrar imágenes del estado de su casa en Instagram, aunque posteriormente las eliminó. Según explicó, necesitaba tiempo para asimilar lo ocurrido y protegerse de la exposición en un momento de vulnerabilidad.
Sobre las posibles causas, el músico eligió la prudencia. Algunas versiones mencionaron un desperfecto eléctrico en el aire acondicionado, mientras que otras dejaron abierta la posibilidad de un hecho intencional. Lo cierto es que no hubo intervención de bomberos y todo se limitó a un denso humo negro que arrasó los ambientes.
Pese al dolor, L-Gante encontró una forma de darle sentido al golpe: utilizará la casa destruida como locación para un nuevo videoclip. “Es una canción espiritual, muy sentimental. Voy a transformar esto en arte”, afirmó, dejando ver que, incluso en la adversidad, busca un modo de reinventarse.