La noticia sorprendió al mundo del espectáculo y al público en general: Elizabeth Rodrigo, madre de la ex vedette Ayelén Paleo, fue detenida en la Ciudad de Buenos Aires en el marco de una investigación judicial que la señala como parte de una red de explotación sexual. La causa, que viene siendo seguida desde hace meses por las autoridades, apunta a que Rodrigo no solo estaba vinculada a la organización, sino que tenía un rol activo dentro de la misma.
De acuerdo con la información que trascendió, los investigadores creen que la mujer se encargaba de tomar fotografías de las víctimas para luego publicarlas en páginas y aplicaciones destinadas a promocionar servicios sexuales. Además, cumplía una tarea clave de logística dentro de la red, que operaba en distintas provincias del país.
El periodista Carlos Salerno reveló en el programa Desayuno Americano que la banda funcionaba en La Pampa y Santa Fe, donde al menos una docena de mujeres eran explotadas en prostíbulos. Según detalló, las víctimas no solo eran obligadas a trabajar contra su voluntad, sino que también debían entregar hasta el 90% de lo que cobraban, quedándose con apenas una parte mínima de las ganancias.
El operativo que terminó con la detención de Elizabeth Rodrigo no fue menor: se realizaron 15 allanamientos simultáneos, en los que también se secuestró una gran cantidad de dinero en efectivo, además de celulares, computadoras, cámaras y documentación clave para la causa. En esos procedimientos también resultaron apresadas otras personas vinculadas a la organización.
Uno de los puntos más relevantes es que durante los operativos fueron rescatadas doce mujeres que estaban bajo la órbita de esta red de explotación. Las víctimas ya se encuentran bajo la asistencia del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento, que brinda contención psicológica, legal y social a personas que sufrieron este tipo de delitos.
La investigación comenzó en noviembre del año pasado, a partir de una denuncia anónima recibida por la Policía bonaerense. En esa comunicación se alertaba sobre una organización que simulaba ofrecer trabajos de limpieza, pero que en realidad utilizaba ese argumento como pantalla para captar a mujeres y explotarlas en distintas ciudades.
Los agentes comprobaron además que las víctimas eran trasladadas en micros de larga distancia y rotaban entre departamentos de La Plata, Bahía Blanca, Santa Rosa y Rosario cada diez o quince días, una práctica habitual en este tipo de delitos para evitar sospechas y mantener el control sobre ellas.