Un comentario al aire de Agustín Franzoni desató un escándalo inesperado. En medio de un ida y vuelta con sus compañeros, el joven admitió públicamente que conserva material íntimo de su expareja, por lo que todos dieron por hecho que se trata de Flor Jazmín Peña, actual novia de Nico Occhiato. “Tengo un par de videitos que no voy a borrar”, dijo con liviandad, generando la reacción inmediata de quienes lo rodeaban en la mesa.
La charla continuó entre risas y con frases que no hicieron más que aumentar la polémica. Agustín Franzoni insistió en que no pensaba eliminar los registros: “En un par de años capaz que salen fortuna... Están bien guardados. Los tengo en una memoria”. Aunque algunos intentaron frenarlo, él redobló la apuesta y naturalizó lo que muchos consideraron una amenaza encubierta.
Las repercusiones no tardaron en llegar. Todas las miradas apuntaron a Flor Jazmín Peña. Dolida por el tenor de las declaraciones, decidió enviarle un mensaje a Ángel de Brito, que fue leído al aire en LAM: “Lo de Franzoni lo vi ayer. Me da una vergüenza total, no puedo creer lo que dice, tampoco puedo creer cómo nadie ahí le frena el carro, y encima ponen la cortina del programa en el que trabajo, como para que quede aún más claro de quién habla”.
El descargo no quedó ahí. Flor Jazmín también se refirió a la reacción de quienes estaban en el estudio: “Quienes lo acompañan encima se cag... de la risa, inclusive las mujeres de la mesa. Me da una vergüenza bárbara tener que hablar de algo que es tan íntimo, que le llegue a mis viejos, algo que sucedió en completa intimidad, y tener que hablar de esto porque a él se le ocurrió hacer un chiste al aire. Que no sé qué tan chiste es, porque hasta lo siento como una amenaza”.
Frente a esta situación, la bailarina fue tajante sobre sus próximos pasos: “No me va a quedar otra que recurrir a la Justicia, no me va a quedar otra opción”. Y remató con bronca: “No puedo creer tener que recurrir a un abogado por un ex, por eso también estoy tan shockeada. Tampoco me puedo quedar de brazos cruzados, confiando en que no va a hacer nada. Esta vez siento que cruzó una línea. Estoy que no lo puedo creer”.