El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró asqueado y muy preocupado por los tiroteos que se llevaron a cabo en Ohio y en Texas y afirmó que los autores deberían recibir la pena de muerte. En ese sentido, el mandatario condenó el supremacismo blanco, el racismo y el fanatismo. "Los que aprietan el gatillo son el odio y la enfermedad mental", aseguró Trump, quien al mismo tiempo pidió que se ponga a punto una legislación que prevea la pena de muerte para los crímenes de odio y las masacres masivas.
El tiroteo en El Paso (Texas) se produjo este sábado, cuando Patrick Crusius abrió fuego y asesinó a 20 personas por presuntos motivos raciales y terrorismo.
13 horas después, en Dayton, un joven llamado Connor Bets aniquiló a 9 personas en un centro comercial y luego fue abatido por las fuerzas de seguridad. Se presume que el autor material de este hecho tenía un pasado conflictivo.