LOS JUEGOS DE LA VERGÜENZA

Representar al país sí, expresarse libremente no

En China el derecho a competir va en contramano con la libertad de expresión. El mundo mira de reojo una fiesta deportiva en medio de una pandemia y de denuncias de violaciones de derechos humanos.
viernes, 4 de febrero de 2022 · 15:43

A miles de kilómetros de Beijing, en Lausana, Suiza, medio millar de tibetanos se manifestaron este jueves delante de la sede del Comité Olímpico Internacional (COI) para denunciar los "Juegos de la vergüenza", las violaciones a los derechos humanos, las actuaciones de Beijing en la región himalaya y la represión religiosa y cultural.

Los Juegos de Invierno de Beijing 2022 sufren el impacto político de algunas ausencias, las de los representantes de países de Occidente que se hicieron eco del reclamo de activistas de derechos humanos en torno a temas como la situación de la minoría uigur o la desaparición de comunicadores populares que denunciaron el manejo de la pandemia en 2020.

En Hong Kong, un activista prodemocracia fue detenido por "incitar a la subversión", justo antes de una protesta organizada contra los Juegos. En Los Angeles, medio centenar de manifestantes se reunió delante del consulado de China. En el mundo entero, se lanzaron llamamientos para organizar protestas que denuncien las violaciones de los derechos humanos en Xinjiang (noroeste). 

Incluso hay deportistas extranjeros que viven mal el hecho de tener que competir en China, como el caso del británico Gus Kenworthy, subcampeón olímpico en 2014 de esquí slopestyle. "No pienso que un país que tiene posturas terribles en materia de derechos humanos deba estar autorizado a recibir unos Juegos", dijo el inglés recientemente.

No pueden hacer lo mismo los propios deportistas chinos, a quienes su gobierno dictatorial prohíbe siquiera emitir opinión alguna sobre las cuestiones relacionadas al país. El miedo a desaparecer ante un comentario "fuera de lugar" está latente, y hubo sospechas de casos concretos con la escasa información brindada en el inicio de la crisis del Covid, la poca colaboración para determinar el origen del virus, y hasta con denuncias puntuales a funcionarios, por abusos sexuales.

 

El caso Peng Shuai

La tenista china que estuvo desaparecida en noviembre de 2021 tras un posteo en el que daba a entender un abuso sexual del ex viceprimer ministro de China, reapareció 20 días después, asegurado que "había estado en su casa" y llamativamente negando sus acusaciones previas.

Por medio de un comunicado, el Comité Olímpico contó que pudo dar con ella luego de arduos esfuerzos y detalló las declaraciones de la atleta: "En la conversación de 30 minutos fue muy clara al confirmar que está sana, salva y desea que respeten su privacidad. Participará en actividades con amigos y familias y seguirá jugando. Salvaguardar el bienestar de los atletas es primordial para el COI. Ella podría ponerse en contacto cuando lo considere apropiado".

Pero el Comité sigue en el ojo de la tormenta a pesar de la antes mencionada videollamada. La WTA no confía en que la deportista se expresa con total libertad. Según afirmaron, la comunicación de la jugadora con el dirigente no es suficiente para aclarar lo que sucedió. Aún piden una investigación transparente y sin censura sobre la acusación de abuso sexual.

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