China: el impacto de su presencia en Ecuador

La presencia de China en América Latina se incrementó vertiginosamente en los últimos 15 años. En particular, el gigante asiático está involucrado en actividades extractivas y de infraestructura desarrolladas bajo el paraguas de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR, o BRI por sus siglas en inglés). Se trata del proyecto insignia del presidente Xi Jinping y actualmente cuenta con la adhesión de 145 países. Entre ellos hay una veintena de países latinoamericanos que integran la iniciativa y/o firmaron acuerdos de cooperación y planes de acción conjunta con Beijing. La mayoría de estos documentos incluye secciones dedicadas a la promoción de la extracción y exportación de recursos naturales, así como también la expansión de la presencia de bancos y empresas chinas en proyectos de infraestructura energética y de transporte.

Por medio de la IFR China busca posicionarse como proveedor principal de financiamiento e inversiones enfocadas en la infraestructura de los países de ingresos medios y en desarrollo. Este segmento de Estados no ha logrado satisfacer sus necesidades de infraestructura por su cuenta, al tiempo que el contexto económico global actual restringe su capacidad de acceso a financiamiento internacional e inversiones extranjeras directas.

Inicialmente la BRI se concentraba en la proyección de China sobre Asia, África y Europa. Pero desde que en noviembre de 2017 Panamá firmó un memorándum de entendimiento con China, un número creciente de países de la región firmaron documentos similares y anunciaron acuerdos vinculados a la iniciativa. La formalización de la llegada de la Nueva Ruta de la Seda a las Américas ocurrió en el marco del Foro Ministerial China-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños celebrado en Santiago de Chile en enero de 2018. Allí, los participantes firmaron una “Declaración Especial sobre la Franja y la Ruta” en la que Pekín invitó a todos los países de Latinoamérica y el Caribe a unirse a la iniciativa.

En abril de 2019 tuvo lugar el Segundo Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional en Pekín. Durante el encuentro de alto nivel, el gobierno chino subrayó su interés y voluntad para apoyar la construcción de infraestructura en países en desarrollo de África, América Latina y Asia, consolidando el involucramiento de la región en el proyecto insignia de Xi Jinping.

La participación china en bloques petroleros en Ecuador

Un informe desarrollado por el Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (CICDHA), la Federación Internacional por los Derechos Humanos y el Servicio Internacional para los Derechos Humanos analiza el impacto de la presencia de China en actividades extractivas y de infraestructura a lo largo y ancho de América Latina. La investigación aborda en profundidad la vulneración de los derechos humanos de las comunidades locales de la región. Entre los 26 proyectos estudiados se encuentran los bloques petroleros 14, Tarapoa, 79 y 83 en Ecuador.

El proyecto de exploración y explotación de hidrocarburos en el Bloque 14 está en ejecución bajo un contrato firmado hace 12 años, a nombre de la compañía PetroOriental S.A. Las empresas chinas prioritarias de PetroOriental son China National Petroleum Corporation y China Petrochemical Corporation. El yacimiento se encuentra emplazado dentro del Parque Nacional Yasuní, ubicado en la provincia de Orellana en la selva amazónica. El lugar cuenta con una biodiversidad incomparable en el mundo y es territorio ancestral del pueblo indígena Waorani Miwaguno.

Los impactos ambientales del proyecto afectan considerablemente a las comunidades indígenas, así como al ecosistema del parque nacional. La quema del gas inherente al proceso de extracción de petróleo afecta a la salud de los habitantes de zonas aledañas y contribuye a la aceleración del cambio climático. Al mismo tiempo, las perforaciones y la construcción de oleoductos e infraestructura civil producen contaminación sonora y lumínica. A ello se agrega la polución derivada de los residuos propios de la actividad petrolera, como la generación de lodos de perforación y el gas antes mencionado.

En el Bloque 14 habitan distintas comunidades de la nacionalidad Waorani, entre ellas la Comunidad Waorani Miwaguno. Hay más de 160 personas que forman parte de esta comuna que vive de la caza, la pesca y el cultivo de subsistencia. A raíz de la actividad petrolera y su impacto ambiental, los ciclos de precipitaciones e inundaciones se han alterado e intensificado, impactando directamente en el acceso al agua, y la disponibilidad de alimento y de plantas medicinales. Asimismo, la comunidad está viendo socavada su capacidad para preservar su identidad, sus tradiciones ancestrales y formas de organización social.

En base a este diagnóstico, las organizaciones de la sociedad civil que lideraron la investigación concluyeron que se evidencian vulneraciones a una gran cantidad de derechos humanos, a saber: el derecho al agua y alimentación, a la salud, al territorio, a la vida y la vida digna, a un ambiente sano, y los derechos de la naturaleza.

Manifestaciones e intervención de la Justicia ecuatoriana

Dado el contexto aquí descrito, la comunidad Waorani Miwaguno interpuso una Acción de Protección por la violación de sus derechos constitucionales contra PetroOriental S.A. en diciembre de 2020. No obstante, en abril de 2021 la jueza a cargo del caso falló a favor de la compañía demandada. Los demandantes ya procedieron a presentar una apelación, elevando la demanda a segunda instancia.

De momento no ha habido avances significativos por la vía judicial. Es por ello que en junio de 2022, las comunidades afectadas optaron por manifestarse y bloquear la actividad en los pozos de PetroOriental. La empresa china informó que las protestas generaron pérdidas de alrededor de 1.400 barriles por día. Estas protestas se enmarcan en una situación de malestar de los movimientos indigenistas mucho más amplio que paralizó a Ecuador durante semanas. El bloqueo de las vías de acceso a Quito y otros puntos clave del país pusieron en jaque al gobierno del presidente Lasso. En los últimos días no ha habido novedades sobre la normalización de las operaciones en el Bloque 14, como tampoco en el 17, también propiedad de PetroOriental.

Una región necesitada

Para los países latinoamericanos resulta clave el potencial de la BRI en materia de acceso a financiamiento externo. La iniciativa está respaldada por el Fondo de la Ruta de la Seda, el Banco de Desarrollo de China, el Banco de Importación y Exportación de China, y por el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura.

Los países de la región ven en China a un gran socio, especialmente en momentos de suma tensión en términos económicos para el mundo entero. Sin embargo, el precio a pagar puede ser alto.