El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el canciller ruso, Serguéi Lavrov, mantuvieron una reunión en la que expresaron su deseo de que ambos países desarrollen un plan "a largo plazo" para sus relaciones bilaterales. Ambos trataron también la cuestión de cómo reforzar su relación teniendo en cuenta la complicada situación regional e internacional que tienen.
Esta reunión sigue a la que tuvieron Kim y Putin en septiembre en el que, según medios estadounidenses, los rusos negociaron recibir armas y municiones por ayuda alimentaria y tecnología. La visita de Lavrov a la capital norcoreana pretende cimentar los acuerdos alcanzados en septiembre.
El intercambio vulneraría sanciones internacionales y ya ha sucedido según la Casa Blanca, que publicó imágenes de trenes norcoreanos que supuestamente transportaron suministros militares a Rusia.
Antes de reunirse con el líder norcoreano Lavrov informó en rueda de prensa que en noviembre próximo Rusia y Corea del Norte celebrarán una comisión intergubernamental para debatir la cooperación en materia de prospección geológica y suministros de energía.