El expresidente estadounidense, Barack Obama, se involucró en el conflicto entre Hamas e Israel. En un largo comunicado, expresó su condena al "horrible ataque" del brazo armado de Hamás contra Israel. También reivindicó que el Estado judío tiene "el derecho a defenderse" y aplaudió la estrategia de la Administración de Joe Biden de apoyo incondicional al Gobierno israelí. Sin embargo, señaló que es "importante" que Israel respete el derecho internacional en la guerra contra Hamás en Gaza, evitando "en la medida de lo posible" la muerte de la población civil.
Casi en simultáneo, el mismo argumento fue esgrimido por China. El ministro de Relaciones Exteriores de China dijo a su par israelí que "todos los países" tienen derecho a defenderse, pero "deben acatar la ley humanitaria internacional y proteger la seguridad de los civiles". "Todos los países tienen el derecho a la autodefensa", dijo Wang Yi a su homólogo Eli Cohen. Wang prometió que China hará "lo máximo posible" para respaldar los esfuerzos "favorables a la paz".
Obama subrayó que "el mundo está siguiendo de cerca los acontecimientos en la región y cualquier estrategia militar israelí que ignore su impacto humanitario podría resultar contraproducente". Obama también recordó que miles de palestinos ya han muerto en los bombardeos israelíes, muchos de ellos niños, y que cientos de miles han sido desplazados de sus hogares.
En línea con la amplia mayoría de la comunidad internacional, Obama criticó especialmente la decisión de Israel de cortar el acceso a alimentos, agua y electricidad en Gaza porque empeora "la creciente crisis humanitaria".