La líder opositora María Corina Machado ve el ataque letal estadounidense contra una embarcación venezolana como una confirmación de que "falta poco" para la caída del gobierno de Nicolás Maduro. En una intervención virtual durante un foro sobre Venezuela en Panamá, Machado aseguró que "cada día que pasa se cierra el cerco" internacional contra lo que denominó "el cartel narcoterrorista que todavía sigue en Miraflores", en referencia directa a la operación militar que dejó 11 muertos en aguas del Caribe.
Las declaraciones de la coordinadora de Vente Venezuela se produjeron horas después de que Donald Trump confirmara personalmente el "ataque letal" contra presuntos miembros del Tren de Aragua, generando una ola de reacciones en el exilio venezolano que ve en la escalada militar estadounidense una oportunidad histórica para el cambio de régimen. Edmundo González Urrutia, quien reclama la victoria en las elecciones presidenciales, advirtió desde el mismo foro que es necesario prepararse "para un tiempo de transición", sugiriendo que el cerco naval podría acelerar el proceso de cambio político en Venezuela.
La perspectiva de una intervención armada estadounidense divide opiniones dentro de la oposición venezolana en el exterior. Ricardo Contreras, coordinador del movimiento ConVzla en Panamá, admitió que aunque una acción militar "no es la manera" en que quisieran que se dieran las cosas, considera que "definitivamente se han agotado todas las otras formas" de presión contra el régimen chavista. Esta posición refleja el creciente respaldo opositor a medidas más drásticas, tras años de sanciones y diplomacia que no lograron el objetivo de remover a Maduro del poder.
El ataque naval estadounidense intensificó la crisis humanitaria venezolana, con familiares de presos políticos denunciando las violaciones de derechos humanos del régimen. Durante el foro panameño, madres y hermanas de detenidos relataron casos de periodistas y activistas que permanecen encarcelados sin debido proceso, como el periodista Víctor Urgas Azócar, quien lleva 382 días detenido. La escalada militar ha dado nueva visibilidad internacional a estos testimonios, que ahora resuenan en un contexto de mayor presión sobre Caracas.