Estafas telefónicas
Los abuelos en la mira de los delincuentes
Las estafas por WhatsApp y llamados telefónicos se multiplicaron gracias a que los bancos ahora ofrecen muchas opciones de trámites por internet para evitar ir a las dependencias.
Es muy preocupante como se han multiplicado este tipo de delitos y las víctimas preferidas de estos estafadores son nuestros abuelos.
La modalidad es, incluso desde antes de la pandemia, el mismo. Por medio de una llamada o mensaje privado de texto, los delincuentes se comunican con sus víctimas haciéndose pasar por representantes de alguna dependencia del Estado, en este caso puntual ANSES, donde les dicen ser acreedores de algún beneficio económico. Casi siempre los números de teléfono tienen la característica de Córdoba o CABA, 0351 y 011 respectivamente.
¿Cuáles son las señales de alarma para identificar a los estafadores? Básicamente son tres:
* Siempre piden datos personales que necesitan para acceder a sus cajas de ahorro o cuentas corrientes (Claves de acceso, N° de cuenta o caja, DNI y CBU).
* Normalmente dicen representar a alguna dependencia del Estado o empresa, que necesita la anterior información para realizar algún depósito bancario; y para aumentar la presión dicen que si no se realiza "el trámite" de manera urgente, se pierde el beneficio que están ofreciendo.
* Y casi en todos los casos, los números telefónicos con los que los delincuentes realizan el contacto, están asentados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o en la de Córdoba; por lo que hay que poner especial atención en los números de características desde donde de comunican, 11 (CABA) o 351 (Cba.).
Los delincuentes han encontrado en este contexto de cuarentena, una oportunidad inmejorable para hacer de las suyas. Para evitar salir de casa, los bancos han ofrecido a sus clientes la posibilidad de realizar una muy importante cantidad de trámites de manera remota y por internet. O sea que cualquier persona con la información necesaria puede ingresar a una cuenta corriente o caja de ahorro simulando ser su titular, y desde allí desviar el dinero a donde le plazca. Por eso es muy importante que nuestros abuelos sepan que no hay que dar información personal a ningún extraño que se comunique con ellos. Ante la duda se recomienda pedirle a quien se está comunicando, algún número al cual llamar para luego poder averiguar con alguien de confianza sobre el caso puntual. Casi siempre, si se trata de un intento de estafa, los delincuentes cortan la comunicación inmediatamente para evitar ser descubiertos.
