La Confederación General del Trabajo (CGT) definió este miércoles su nueva conducción y eligió mantener el formato de triunvirato, que ahora estará integrado por Cristian Jerónimo (Sindicato del Vidrio), Jorge Sola (Seguros) y Octavio Argüello (Camioneros). Sin embargo, la jornada terminó con fuertes tensiones internas y la amenaza de ruptura por parte del sector que responde a Luis Barrionuevo y a la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
La votación se realizó durante el Congreso Nacional de la CGT en el estadio Obras Sanitarias, donde más del 90% de los sindicatos confederados participaron del debate. Tras horas de negociaciones, la mayoría rechazó la propuesta del gastronómico Barrionuevo, quien buscaba volver al modelo de conducción única. La respuesta fue inmediata: Barrionuevo abandonó el recinto junto al titular de la UTA, Roberto Fernández, y al jefe de La Fraternidad, Omar Maturano, dejando abierta la posibilidad de conformar una nueva central obrera, tal como ocurrió en 2008 con la creación de la CGT Azul y Blanca.
El nuevo triunvirato tendrá como principal desafío encarar el debate por la reforma laboral que impulsa el presidente Javier Milei en el Congreso, un proyecto que divide aguas dentro del movimiento sindical. Desde el nuevo liderazgo aseguraron que la prioridad será “defender los derechos de los trabajadores frente a cualquier intento de flexibilización”.
En redes sociales, el dirigente Héctor Daer, quien dejó la conducción, destacó la amplia participación en el Congreso y llamó a mantener la cohesión: “Seguiremos fortaleciendo la unidad de los trabajadores y trabajadoras frente a quienes pretenden avanzar sobre nuestros derechos”, escribió en X (ex Twitter).