El pasado 3 de abril, una postal estremecedora sacudió a Tucumán y al país entero: un joven indigente fue compactado por un camión de basura mientras dormía dentro de un contenedor. El dramático hecho ocurrió a las 8:30 de la mañana en la avenida Mitre al 700, en pleno centro de San Miguel de Tucumán.
El camión, perteneciente a la empresa recolectora 9 de Julio, activó el mecanismo de recolección sin saber que, entre bolsas y desperdicios, descansaba una vida humana. Según relataron los operarios, fue un grito desgarrador lo que alertó al chofer, quien de inmediato accionó el freno de emergencia para detener la prensa.
El supervisor de la empresa, en diálogo con La Gaceta, detalló que el camión cuenta con cámaras en la tolva, lo que permitió identificar rápidamente la presencia del joven y evitar una tragedia aún mayor. “Junto a los operarios removieron la basura a mano para rescatarlo”, relató.
El joven fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla. Según el último parte médico, presenta una fractura severa de pelvis y un traumatismo abdominal que lo mantiene en estado reservado. Aunque permanece lúcido, su condición requiere observación constante y cuidados intensivos.
La miseria no se oculta con analgésicos ni con pericias técnicas. El drama está a la vista de todos. Basta con mirar en las veredas, o a partir de ahora revisar los contenedores de basura. La situación preocupa a todos en Tucumán y la situación excede los limites de lo establecido y de lo soportable socialmente.