En base a un estudio del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, el país experimenta un cambio en su estructura demográfica mediante el incremento de la población de adultos mayores y el aumento de mujeres al frente del hogar, entre otros factores. Con datos del INDEC, el informe evidenció que los hogares sin niños crecieron de manera sostenida, con 57% del total en el censo de 2022, frente a 44% que había en 1991.
Los porcentajes están casi invertidos entre los dos extremos analizados: en 1991, en 56% de las viviendas había menores de 18 años y en 44% no. Las cifras actuales muestran que son 57% los que no tienen hijos menores, frente a 44% que si tienen. Queda claro cómo cambió la composición de los hogares, tanto por la caída de nacimientos, como por el envejecimiento de la población.
Los resultados se conocieron este jueves, en medio del Día Internacional de la Familia. Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esta fecha busca “crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje que existen para los niños y las niñas y los jóvenes”.
“A pesar de que el concepto de familia se ha transformado en las últimas décadas, evolucionando de acuerdo a las tendencias mundiales y los cambios demográficos, las Naciones Unidas consideran que la familia constituye la unidad básica de la sociedad”, han postulado desde la ONU.
Otro cambio importante en las dinámicas familiares es el aumento de los hogares unipersonales, que ahora representan el 25% del total en comparación con el 13% en 1991.
En paralelo, los hogares monoparentales, en su mayoría liderados por mujeres, también muestran un marcado incremento. En tanto, la población de adultos mayores creció considerablemente, con los mayores de 85 años que aumentaron de 1,5% a 11,8% de la población total desde 1991.
Baja de natalidad: una tendencia en transformación
El descenso en la tasa de natalidad en Argentina resalta no solo cambios demográficos sino también sociales que afectan las decisiones de planificación familiar en el país.
Consultada por Infobae, la doctora en Ciencias Jurídicas y Decana del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral Lorena Bolzon, quien además es una de las autoras del estudio, analizó que “como ocurre con los grandes cambios sociales, este fenómeno responde a múltiples factores”, entre los que mencionó las condiciones económicas del país, la incertidumbre respecto al futuro, la migración de muchos jóvenes al exterior, al tiempo que sostuvo que “la postergación de la maternidad en favor de la formación académica y el desarrollo profesional es cada vez más común entre las mujeres argentinas”.
Los cambios en los patrones de maternidad en el país indican un claro desplazamiento, con la edad promedio para tener el primer hijo ahora situada entre los 30 y los 34 años.
En cifras concretas del trabajo, el promedio de hijos por mujer bajó a 1,4 a nivel nacional, con un mínimo alarmante de 0,9 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).