Giovanni Benavídez, un bebé de cinco meses, sigue internado en una clínica de Córdoba, conectado a oxígeno y alimentándose mediante un botón gástrico, tras haber recibido fentanilo contaminado poco después de su nacimiento, el 26 de abril. Sus padres, Sol Basualdo y Darío Benavídez, atraviesan una batalla diaria por mantenerlo con vida, y también enfrentan dificultades económicas para acompañarlo durante su recuperación.
“La realidad es que el bebé sigue internado y económicamente nos está costando muchísimo acompañarlo, ya que seguimos sin poder trabajar. Necesitamos que nos ayuden con lo que sea”, escribió la madre en sus redes sociales, dejando su contacto disponible (@ssolbasualdo). El padre agregó que en estos cinco meses no recibieron ayuda alguna, y que la única atención prometida por el Ministerio de Salud, psicológica, nunca llegó.
Giovanni nació por cesárea y, apenas dos horas después, presentó complicaciones respiratorias. Fue intubado y sedado con fentanilo, un analgésico potente usado en situaciones críticas. Lo que sus padres nunca imaginaron es que el fármaco estaba contaminado, y que se trataba del mismo lote que ya había provocado la muerte de 96 personas.
El 9 de mayo, la ANMAT emitió una alerta sobre lotes de fentanilo adulterado, producidos por HLB Pharma y Ramallo S.A. Ese mismo día, Giovanni sufrió una descompensación. Aunque los médicos reemplazaron el sedante por morfina, el daño ya había comenzado. Posteriormente, el bebé fue diagnosticado con Klebsiella, una bacteria multirresistente. Mientras la clínica atribuyó la infección a un caso intrahospitalario, sus padres aseguran que la jefa de neonatología les confirmó que la enfermedad provenía del fentanilo contaminado.
Desde entonces, Giovanni permanece internado en etapa de recuperación. A principios de septiembre, fue sometido a una cirugía mayor en la parte respiratoria, que le permitió estabilizarse, aunque aún depende del respirador y no puede alimentarse por vía natural.
Sus padres hacen un llamado urgente a la solidaridad para poder seguir acompañando al bebé en esta etapa crítica, mientras su recuperación continúa siendo lenta y delicada.