La mañana del 25 de diciembre en Coronel Pringles, provincia de Buenos Aires, comenzó de una manera que nadie esperaba. Un grupo de adolescentes, que simplemente salieron de sus casas para comprar facturas en la panadería y celebrar el desayuno de Navidad, terminó convirtiéndose en héroes al salvar tres vidas en un brutal incendio. A las 5:50 de la mañana, los jóvenes se encontraron con un escenario aterrador: una vivienda en llamas y personas atrapadas en su interior.
"Pensamos que era una broma, pero una vecina gritó que había alguien más dentro", relataron los jóvenes en una entrevista al sitio El orden de Pringles. En ese momento, Juan Ignacio, de 14 años, no dudó en tomar la iniciativa y se lanzó al rescate. "Salté la plancha, me quité la remera, me tapé la boca con el buzo para filtrar el humo, tomé aire y entré", explicó el valiente adolescente.
Adentro, el humo denso y el calor extremo dificultaban la visibilidad y el aire, pero Juan Ignacio encontró a Hernán Hengl, un hombre desplomado en el piso. Con gran esfuerzo, lo levantó y lo sacó hacia un lugar más seguro, donde recibió ayuda de sus amigos Thiago y Emiliano, quienes desde el patio de la vivienda, con una escalera, lograron izar a la víctima herida.
El rescate no terminó allí, ya que, dentro del inmueble, se encontraban tres personas en total. "Salvamos tres vidas", dijeron los chicos, todavía conmovidos por lo vivido. Los bomberos llegaron poco después y confirmaron que las condiciones dentro del garaje eran sumamente peligrosas, con riesgo de derrumbe.
El incendio en la vivienda de calle Pellegrini 1138 dejó daños materiales totales en el sector del garaje y a Hernán Hengl, de 52 años, con quemaduras graves, quien fue trasladado de urgencia al Hospital Municipal. Actualmente, se encuentra internado en Terapia Intensiva con pronóstico reservado. También estaban en la casa su hermano, Guillermo Hengl, y Aldo Acosta, de 64 años, quienes afortunadamente no sufrieron lesiones graves.