La llegada de las fiestas vuelve a poner el foco en un problema que atraviesa a millones de familias: el costo de la comida. Este año, sentarse a la mesa para celebrar Navidad y Año Nuevo implica un esfuerzo mayor, con incrementos que golpean directamente a los productos más consumidos.
Un estudio privado relevó que el menú típico de las fiestas registró aumentos de hasta 44% interanual, con subas concentradas en alimentos y bebidas que suelen ser infaltables en las celebraciones.
Los números que presionan el bolsillo
El informe analizó el costo de un menú para cuatro personas y comparó su evolución en tres niveles de consumo: económico, intermedio y premium. En todos los casos, el resultado fue el mismo: comer en las fiestas es más caro que el año pasado.
Las mayores subas se observaron en carnes, gaseosas y productos de panadería, una combinación que termina impactando de lleno en el gasto familiar.
Menú económico: lo básico también aumentó
La opción más accesible tuvo un incremento interanual del 13%. Entre los productos que más subieron se encuentran el pan dulce con frutas, con un alza del 44%, el budín sin frutas, con 27%, y el espumante sabor ananá, con 25%.
Aunque algunos artículos mostraron variaciones menores, el aumento general vuelve más difícil sostener una mesa tradicional sin resignar cantidad o calidad.
Menú intermedio: la suba se acelera
En el nivel intermedio, el aumento interanual fue del 39%. Las principales subas se dieron en la gaseosa de primera marca, con un 58%, el asado del centro, con 46%, y el pan dulce con frutos secos, con 42%.
Este segmento refleja con claridad cómo los productos más habituales de las fiestas se encarecieron por encima del promedio, empujando el gasto total a niveles cada vez más altos.
Menú premium: el mayor impacto
El menú de mayor costo fue el que registró la suba más fuerte: 44% interanual. En este caso, el peceto entero premium aumentó un 62%, la gaseosa de primera marca un 58% y el champagne de primera marca un 56%.
Aunque algunos productos tuvieron incrementos más moderados, el valor final del menú terminó marcando una diferencia significativa respecto del año pasado.
Fiestas con menos margen
El relevamiento expone una tendencia que se repite cada diciembre: la comida vuelve a encarecerse en la previa de las fiestas, reduciendo el margen de elección y obligando a muchas familias a ajustar el menú.
Con precios que suben por encima de otros gastos cotidianos, la mesa navideña se transforma, una vez más, en un reflejo directo de la presión que sienten los bolsillos en un momento que, históricamente, estuvo asociado al encuentro y la celebración.