La campaña navideña dejó un saldo negativo para el sector juguetero: las ventas se retrajeron un 6,9% respecto al año pasado, pese a que los días previos a Nochebuena mostraron un repunte. Desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) señalaron que las promociones, descuentos y cuotas sin interés ayudaron a sostener la actividad, pero no alcanzaron para revertir la caída registrada en el Día del Niño y los meses posteriores.
El consumo se apoyó fuertemente en medios electrónicos: tarjetas de crédito y billeteras virtuales representaron el 95% de las operaciones, mientras que el uso de efectivo fue casi nulo. Las ventas online se mantuvieron estables, aunque sin crecimiento interanual, afectadas por la competencia de plataformas internacionales como Temu y Amazon. En contraste, el comercio físico tradicional sufrió una baja cercana al 10%.
El ticket promedio varió según el canal: en jugueterías de barrio rondó los $19.000, en supermercados los $10.000, y en cadenas especializadas trepó a $45.000. El mercado se inclinó hacia productos de precio bajo y medio, mientras que los artículos de alto valor y licencias internacionales tuvieron escasa rotación.
La CAIJ destacó que los juguetes nacionales mostraron un buen desempeño gracias a precios estables y competitivos, mientras que la sobreoferta de importados generó un escenario de precios fluctuantes.
Entre las categorías más elegidas se destacaron los juguetes de primera infancia, juegos de mesa familiares, productos para aire libre y pileta, muñecas, peluches interactivos y juguetes tecnológicos simples.